La capilla del hospital de San Lázaro entra a formar parte de la Lista Roja de Hispania Nostra
La asociación en defensa del patrimonio advierte del peligro de derrumbe del campanario
Crece hasta veintitrés la cifra de enclaves patrimoniales sevillanos en peligro

La capilla del hospital de San Lázaro de Sevilla ha entrado a formar parte de un deshonroso grupo, la Lista Roja de Patrimonio español en peligro que elabora la asociación española sin ánimo de lucro Hispania Nostra desde hace casi dos décadas. El motivo de inclusión en este listado es por el riesgo de desplome del campanario en caso de que no se actúe de forma inminente. De planta octogonal y estilo borrominesco, este pequeño espacio atribuido al arquitecto Sebastian van der Borcht presenta un estado ruinoso.
Cabe recordar que este edificio está catalogado como Bien de Interés Cultural y que en general, según destaca Hispania Nostra, se encuentra abandonado y tiene una mala situación de conservación.
No obstante, la asociación que saca las vergüenzas al patrimonio español, destaca los trabajos de restauración que se están llevando a cabo en su interior. En concreto, en el retablo mayor de la capilla, que contiene seis pinturas sobre tabla originales de Pedro de Villegas Marmolejo (1519-1596). Además, se está mejorando los conjuntos escultóricos y la fábrica del retablo posterior (siglo XVIII) más el zócalo de azulejería histórica del presbiterio.
La Lista Roja de Hispania Nostra recoge aquellos elementos del patrimonio cultural español que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, con el objetivo de darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración. En caso de producirse alguno de estos supuestos negativos, el monumento formaría parte de la temida Lista Negra. Por el contrario, su recuperación permitiría salir de la Roja y encuadrarse en la Verde.
Creado para los enfermos de lepra
El hospital de San Lázaro se creó en el siglo XIII para los enfermos de lepra y esa función sanitaria ha perdurado a lo largo de los siglos. Años más tarde de su construcción, Alfonso X impulsaría la institución benéfica a través de privilegios para su funcionamiento.
El lugar designado para su constitución se localizaba extramuros de la ciudad, en torno al arrabal islámico de la Macarena. Su ubicación en torno a unas huertas conocidas como huerta Grande y huerta Chica de San Lázaro, próximas al río Guadalquivir, hacían que el recinto fuera apropiado para apartar de la ciudad a los pobres desgraciados afectados por la enfermedad. En su origen, probablemente fuera un recinto conformado por un conjunto de construcciones que hoy día no han pervivido, a excepción de la conocida como torre de los Gausines, erigida antes de la conquista cristiana de la ciudad hacia 1248.
Con el paso del tiempo y a las puertas del Renacimiento, en el siglo XVI en pleno apogeo económico y comercial por la carrera de Indias, las funciones del hospital se diversificaron llegando a recibir a Carlos I cuando se desposó con Isabel de Portugal. La fachada manierista edificada durante estos años, constituye uno de los mejores ejemplos de la arquitectura renacentista.
A lo largo del tiempo sufrió diversas reformas. En el siglo XIX, su gestión pasó a las Hermanas de la Caridad que se responsabilizaron de la iglesia del hospital situada en el recinto, una de las más antiguas de Sevilla, de época gótica, ampliando además los cuidados a otras enfermedades contagiosas como la tuberculosis, e incluso llegó a funcionar en ciertas épocas como sanatorio mental.
Con la llegada del siglo XX, su gestión pasó a la Diputación de Sevilla, institución que cedió su titularidad a la Junta de Andalucía en 1991. Fue declarado monumento histórico en el año 1964 y declarado BIC en 1985.
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