El brote de noviembre de 2022 de bronquiolitis saturó las urgencias del Infantil del Virgen del Rocío con 300 consultas al día

A finales de noviembre del pasado año se registraron más de 300 urgencias pediátricas en el Virgen del Rocío y otras tantas en el Instituto Hispalense de Pediatría. «Muchas de ellas se debían al VSR y estamos overbooking en este momento», destacaba su presidente, Alfonso Carmona, que también preside el Colegio Oficial de Médicos de Sevilla. Este pediatra recordaba que «estamos ante un brote tremendo que saturó las urgencias de Barcelona y que ya ha llegado aquí, donde está dando muy fuerte este año tanto en los hospitales públicos como los privados«.

En muchos casos se pasaron a los bebés a la UCI, sobre todo todo en neonatos y lactantes, porque el virus hace que no oxigenen bien», explicaba Carmona, que destacaba que aún no hay vacuna para esta enfermedad pero que en el Hispalense están trabajabando con las embarazadas y tienen abierto un ensayo clínico con una. «Yo recomiendo a la gente que vacune a todos los niños contra la gripe, porque evita la concomitancia de varios virus en esta población, lo que agrava mucho el pronóstico», decía este experto.

José Miguel Cisneros, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, insistía en que «el virus de la gripe ya lo tenemos con nosotros y por eso es tan importante la vacunación y la ampliación de la vacunación de la gripe a los niños para reducir esta infección que genera hospitalizaciones y formas graves de infección, neumonías y algunas muertes».

Este experto subrayaba que «la bronquiolitis afecta por lo general a los niños menores de dos años, con una edad pico de tres a seis meses. Es una enfermedad común, a veces grave, y más de la mitad de los bebés están expuestos a este virus en su primer año de vida. Y que aunque solía manifestarse como un simple resfriado en adultos, en las personas inmunodeprimidas, pacientes oncológicos y trasplantados de progenitores hematopoyéticos puede producir neumonías graves de pronóstico incierto.

Tanto Cisneros como Carmona coinciden en que el VSR tiene cada año un comportamiento diferente y que el año pasado se vio más marcado que otros años «por la ausencia de epidemias importantes en los años anteriores, a causa de las mascarillas obligatorias, lo que redujo la proteccion inmunológica de los niños en estos dos últimos años«. Previsiblemente esto no ocurrirá este año y no cogerá a los niños con su sistema inmunológico desentrenado para combatir este virus. El próximop invierno será el primero desde 2020 en que las mascarillas ya no son obligatorias.