Los barrios del Pítamo y San Nicolás Oeste de Sevilla ya pueden proyectar sus 10.000 viviendas

Un mes antes de las elecciones municipales de 2023, el trámite quedó terminado tras un largo camino de ocho años pero la administración andaluza -que es parte interesada al ser propietaria de 31.761 metros cuadrados (un 23,87% de la superficie total)- detectó varios vicios de nulidad que generaban inseguridad jurídica tanto a los dueños de los terrenos como a los posibles inversores y, tras varias advertencias, decidió actuar en consecuencia. El más grave fue la falta de una evaluación ambiental que es lo que ha terminado ahora de realizar la Gerencia de Urbanismo.

Mientras tanto, en este tiempo se ha seguido trabajando en la reparcelación, las obras externas, la negociación con las empresas suministradoras para la construcción de subestaciones eléctricas, la conexión a grandes infraestructuras de saneamiento y todas las tareas previas que son fundamentales antes de que entren las excavadoras en el terreno.

ABC adelantó en 2023, cuando la Junta presentó el contencioso que obligó a reiniciar todos los trámites, que el nuevo barrio estaría bloqueado entre dos y cinco años. Finalmente ha sido en el plazo más corto dentro de esa horquilla. Los promotores, junto con el Consistorio, han logrado dar salida a este barrio que tendrá 9.730 nuevas viviendas, un 40 por ciento de ellas de protección oficial y más de 18 hectáreas reservadas a empresas de innovación y tecnología, además de áreas verdes. La inversión estimada para este proyecto urbanístico ronda los 1.100 millones de euros.

En este tiempo, el gobierno municipal ha llegado a un acuerdo con la junta de compensación para revisar el plan parcial e incluir el informe ambiental que el PSOE se dejó sin hacer y que provocó la parálisis. Hace justo un año, en enero de 2024, la Junta de Andalucía suspendió el recurso que bloqueaba el desarrollo de esta inmensa pastilla de suelo situada al sureste de la ciudad. Y es ahora cuando, tras ese acuerdo extrajudicial con el Gobierno andaluz, ya están elaborados todos los documentos necesarios y tiene el estudio de alcance ambiental, que el más laborioso antes de recibir el formalismo definitivo.

De esta forma, este nuevo distrito urbano situado entre Bellavista hasta el cuartel de Montequinto y la ciudad deportiva del Sevilla FC, será una zona residencial de baja densidad, según el modelo 'smartcity', en la que prevalezca la movilidad sostenible, el uso de fuentes de energía renovable y la preservación del medio ambiente. El proyecto de urbanización incluye carriles bici, carriles bus, y la incorporación del Cercanías con una ampliación del trazado desde la estación de los Jardines de Hércules hasta conectar con Montequinto, y ahí con un intercambiador con la parada de la línea 1 del metro.

El gobierno municipal también aprobará inicialmente el desbloqueo del barrio de San Nicolás Oeste, que se encuentra en el mismo punto de tramitación que el de Pítamo. En este caso, el obstáculo fundamental en su ordenación urbanística era la reactivación de la carretera SE-35, que tiene que dar servicio a todas las bolsas de suelos situadas en el noreste de Sevilla. Allí se prevé una zona residencial con 450 viviendas, de las que 193 serán protegidas.

Formará parte de un nuevo distrito urbano, conocido como el Aeroportuario, que engloba también los terrenos de Buenaire, San Nicolás Este, Aeropuerto Viejo, Santa Bárbara, Torreblanca Oeste y Este, Hacienda Santa Bárbara y San Rafael. En total, se prevé que sea el barrio más grande de la ciudad, con un potencial de 24.000 viviendas.

Esta pastilla concreta, situada al norte de la N-IV, entre ésta y la barriada de Valdezorras, en las proximidades del aeropuerto, también pasó hace años por un proceso judicial que bloqueó su desarrollo.