El barrio sevillano de Valdezorras tendrá 92 nuevas viviendas protegidas

Con una inversión de 12 millones de euros financiadas por los fondos europeos Next Generation, el Plan 20.000 y el Plan de Fomento del Alquiler de la Junta de Andalucía, serán 92 viviendas en régimen de alquiler protegido las que compongan la Promoción Vereda de Poco Aceite-Valdezorras, que se convertirá en el hogar de 270 personas. Del total del residencial, el 30% tendrá tres dormitorios y el 15% de uno, teniendo el grosso del complejo dos habitaciones. Como dicta el Plan Vive Sevilla, del que esta promoción es parte, cuenta con un 15% de superficie de salones comunes. La urbanización está organizada alrededor de una plaza, que busca ser el centro neurálgico del edificio y donde estarán todos los accesos y núcleos de circulación del edificio.

En cuanto a su estructura, es mixta, con hormigón en la planta baja y en el resto CLT de madera contralaminada para así resolver la estructura vertical con muros de carga, fachada y forjado. Apostando por la sostenibilidad, un 60% de las cubiertas del edificio contará con paneles fotovoltaicos, además de tener la calificación AA.

Una primera piedra que la Consejera de Fomento Rocío Diaz ha calificado como «un compromiso cumplido» y para el que la Junta de Andalucía destinará el próximo año 800 millones de euros a la vivienda, trabajando con los promotores ya que «ampliar la oferta de viviendas, es la mejor formula para garantizar que tengan un precio asequible», apuntaba Díaz. Tanto ella como el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz han destacado el reflejo que supone esta nueva promoción tanto de colaboración público-privada, como de colaboración entre administraciones. Un elogio a la actuación conjunta al que se ha unido la ministra de vivienda, Isabel Rodríguez.

Según ha señalado el alcalde, el de Valdezorras, ha sido el sexto acto de primera piedra en el último año y medio, como parte del plan Sevilla para vivir 2024/2026 que construirá 1511 viviendas protegidas; trabajando así en que «Sevilla no sea solo una ciudad para trabajar e invertir, sino fundamentalmente, para vivir», declaraba Sanz. Las autoridades también han querido expresar que el residencial le dará una nueva vida a un barrio, en el que todavía queda mucho por hacer.

Por su parte la ministra de vivienda ha hecho hincapié en que se debe garantizar el derecho a que «ningún español destine más del 30% de su sueldo en tener un techo«, recalcando que el acceso a la vivienda es uno de los principales problemas del país. En esta línea, señalaba el problema de regulación, ya que «se ha demostrado que el libre mercado no garantiza el acceso a la vivienda«. Rodríguez explicaba que la evidencia de ello han sido los problemas de vivienda tras las diferentes crisis, apuntando la necesidad de la colaboración entre administraciones y normas estatales. Asimismo la ministra declaraba que «España ha hecho mucho en materia de vivienda, el problema es que todo el esfuerzo se desamortizó y ya no se encuentra en el parque público de viviendas al que se aspira». De esta forma apela a las autonomías a que el «esfuerzo mil millonario» de recursos públicos que se está haciendo por parte de las administraciones quede en el parque público de viviendas de España, eliminando el cliché de que la vivienda pública no es de calidad.

En su intervención también se ha referido al problema de los pisos turísticos como una de las razones que «impiden el acceso a una vivienda digna», siendo necesaria su regulación para priorizar el uso residencial para el bienestar de los ciudadanos y la organización de las ciudades. Una idea que no comparte José Luis Sanz, quien declaraba hace varias semanas, que el problema de acceso a la vivienda no está relacionado con las viviendas de uso turístico, ya que si así fuera, la creación de tantas residencias universitarias en Sevilla se habría visto reflejada en un descenso de los precios de alquiler.