El barrio del Distrito Portuario de Sevilla que bloquea el PSOE incluye las alegaciones vecinales

La filosofía de la actual Gerencia de Urbanismo es que, desde que estos terrenos que están junto a la avenida de Las Razas salieron de la delimitación del área de espacios de dominio portuario están llamados a integrarse en la ciudad. El gobierno municipal actual considera, al igual que el anterior ejecutivo socialista de Juan Espadas y Antonio Muñoz, que desde el PGOU de 2006 ha quedado acreditado que los usos asignados para oficinas no eran compatibles con el desarrollo urbanístico de la zona, ya que han pasado 20 años y siguen baldíos.

Por ello, José Luis Sanz comparte el plan de Muñoz de que hay que cambiar el uso y sustituirlo por el residencial. Esto también lo comparten los vecinos del distrito Bellavista-La Palmera, que consideran que «reúne el consenso» de la práctica totalidad de su población. Entonces, ¿qué ha ocurrido para que se frene el proyecto?

Estas asociaciones vecinales pidieron la suspensión cautelar de la modificación del PGOU amparándose en tres conceptos ambiguos como es una supuesta «falta de evaluación de impacto que permita un desarrollo urbano que no invada la ciudad existente, sino que se integre en ella» o el «uso responsable y beneficioso del suelo público», en referencia también al proyecto del nuevo estadio Benito Villamarín, que nada tiene que ver con el proyecto del Distrito Portuario.

Consideran los vecinos que no se han medido las consecuencias de la afluencia masiva de vehículos al futuro entorno de ocio y comercial del muelle y eso les haría perder calidad de vida. Que falta «permeabilidad» e «integración espacial y social del entorno» y ausencia de equipamientos como aparcamientos, zonas deportivas o sanitarias y ampliación de dotación para los dos colegios públicos de la zona. Por último, alegan «falta de transparencia y ausencia de participación ciudadana».

Urbanismo incluyó un decálogo de mejoras que, curiosamente, responden a todas estas peticiones vecinales. Sostiene que el Plan Especial que se aprueba provisionalmente «ha reforzado el carácter más peatonal de Las Razas», ya que se han retranqueado los nuevos edificios para agrandar la acera de la avenida, ampliándola en cinco metros de ancho en la parte residencial.

Además, los edificios nuevos se alinean a la avenida de Las Razas para generar jardines en la calle Tarfia. Así, las viviendas existentes dejarán de tener las fachadas de las naves actuales y se gana distancia entre edificios.

Se reduce la altura de los edificios con respecto al PGOU actual, ya que se baja la edificabilidad un 30% y se incorporan dos nuevas rotondas «que mejorarán los giros y el flujo del tráfico», eliminando así el aspecto de autovía que tiene actualmente Las Razas.

Además, estas rotondas se ajardinarán para incorporarlas al paisaje verde que se va a crear «dando carácter singular a la avenida». Por otro lado, el carril bici irá por la avenida de Guadalhorce, dentro del Distrito Portuario, para favorecer el transporte público, para conservar una banda de aparcamientos en Las Razas, lo que era otra reclamación vecinal.

Otra cuestión es la localización de un equipamiento público próximo a las viviendas existentes, en el edificio de la Junta de la Autoridad Portuaria. El nuevo PERI también gana como equipamiento público de barrio el antiguo Edifico de los Estibadores, que es el único edificio que tiene valor patrimonial.

Se incrementa también el número de calles y espacios de paso transversal, por lo que se mejora la «permeabilidad» con Las Razas que solicitaban estas entidades. Además, se ha cerrado el acuerdo con la Autoridad Portuaria, que aportará 2,5 millones de euros para obras de equipamientos.

En respuesta a las críticas por la «falta de transparencia y de participación ciudadana» desde Urbanismo recuerdan que el 9 de noviembre y el 31 de enero se mantuvieron reuniones con el representante de los vecinos, donde se le trasladó de forma expresa todas las mejoras incorporadas. Y, respecto a la «desatención» del suelo público, la Gerencia asegura que el 10% del aprovechamiento será para el Ayuntamiento, según establece la Ley, con lo que la ciudadanía rescata las plusvalías de la Ordenación Urbanística. Asimismo, las dotaciones futuras se podrán destinar al equipamiento que decida el Ayuntamiento cuando se obtenga el suelo.

Pese a todo, el proyecto se ha parado ya que el PSOE, impulsor del proyecto cuando estaba en el gobierno, se ha abstenido en el Pleno bloqueando la modificación del PGOU argumentando que no se ha escuchado a los vecinos.