En el barrio del Arenal de Sevilla ya esperan al Niño de Dios

Una habitación contigua al zaguán, utilizada cada Miércoles Santo para vestirse con el hábito nazareno del Baratillo, se ha convertido en una especie de oratorio, venerado por sevillanos y turistas, que acoge este belén del barrio del Arenal. Cada detalle guarda un significado especial para esta familia de montañeses, célebres en la ciudad de Sevilla: desde la llegada Triunfo Gómez (rebautizado por un sargento como «Trifón») en el año de la Exposición –y del nacimiento de ABC de Sevilla– para trabajar como dependiente en el comercio de ultramarinos de la calle Arfe, hasta la admiración de toda su familia por el torero de San Bernardo, la amistad con su vecino 'El Pali' y, por supuesto, la devoción por la Piedad. Y por todas las imágenes del Arenal. Por no faltar no faltan ni las muecas en el rótulo de la calle Almirantazgo. Y la virgen, arropada por unos reyes napolitanos, luce la corona de Borrero de la Esperanza de Triana.

Este belén permanente se puede visitar todos los días del año en el número 14 de la calle Tomás de Ybarra. Basta con acceder al zaguán, donde a un lado –tras un cristal de seguridad– se encuentra este nacimiento, y al otro, tras la cancela enrejada, hay temporalmente un portal cedido con la Pastora de Cantillana y unos reyes enjaezados a la rondeña. «Tiene usted el belén más bonito de Sevilla», le dice una mujer a Rogelio. Trifón se siente rico: «Conozco a pobres que sólo tienen mucho dinero. Lo importante no se compra: felicidad, honradez y ganas de trabajar».