El alcalde de Sevilla pide a la ministra Montero que rehabilite dos casas del Patio de Banderas que amenazan ruina o se las ceda

La GMUA viene reclamando esta rehabilitación desde hace años y ha elaborado los correspondientes presupuestos de rehabilitación, que ascienden a casi 600.000 euros en el primer caso, y a cerca de 800.000 euros en el segundo (a realizar en doce meses), mientras el Ayuntamiento de Sevilla pide al Ministerio que dirige María Jesús Montero que acometa con urgencia las obras o, en caso contrario, ceda la titularidad de las viviendas para que sea la propia Corporación la que las arregle, según aseguran a ABC fuentes municipales.

Urbanismo explica en el informe enviado a Patrimonio del Estado que «tras la tramitación de la Resolución Contractual en noviembre de 2022, se redacta el proyecto de finalización de las obras de conservación de la finca sita en Patio de Banderas, 12. Las obras objeto de dicho proyecto se corresponden a finalización de las obras iniciadas subsidiariamente por la Gerencia de Urbanismo a finales de noviembre de 2018. Y obtiene el visado favorable de la Oficina de Control y Supervisión de Proyectos con fecha 25 de junio de 2024«.

El informe expone que «tras el visado de 25/06/2024 del proyecto para la finalización de las obras de conservación, se emite el informe técnico el 5 de julio de 2024 (del cual se realizó traslado literal a la propiedad) que consideraba procedente la programación de la ejecución de las medidas ordenadas en dos etapas de obra, teniendo la primera etapa la fase de la obra tendente a la estabilización y consolidación estructural de la fachada, al objeto de conseguir la estanqueidad de la edificación, con un presupuesto de 169.082,17 euros. Y en una segunda etapa, la fase de la obra encaminada a mantener en todo momento las condiciones requeridas para la habitabilidad o uso efectivo, se determina un presupuesto de 626.977,04 euros, el cual supera la cantidad aportada por la propiedad de la finca, por lo que se consideraba necesario el ingreso por Patrimonio del Estado de 682.102,48 euros para la ejecución del proyecto de finalización, a reserva de la liquidación definitiva«.

Tal ingreso no se produjo, aunque el pasado 26 de septiembre Patrimonio del Estado solicitó una ampliación del plazo previamente otorgado, «dada la complejidad de la documentación remitida para su examen«, que precisaba de asistencia por los servicios técnicos de esa Delegación para realizar las alegaciones procedentes. Dicho plazo se amplió un mes por resolución del 1 de octubre y el pasado 14 de febrero se realizaba la solicitud de informe técnico a las alegaciones al proyecto presentadas por la propiedad.

La casa 12 del Patio de Banderas atraviesa problemas de conservación desde hace varios años, confirmados por una inspección técnica. En 2018, el Ayuntamiento, de forma subsidiaria, inició una obra con una empresa mediante un contrato a la baja que acabó paralizada tras la renuncia del contratista. Patrimonio del Estado había aceptado inicialmente que Urbanismo hiciera la obra y le pasara la factura, pero esta circunstancia impidió la rehabilitación del inmueble, que ahora se vuelve a requerir con un presupuesto que se ha encarecido notablemente por la subida del coste de los materiales. Hoy la pared exterior sigue descalizada y presenta un lamentable aspecto sin que se le haya dado siquiera una mano de pintura para tapar los desconchones.

La casa 1, también en mal estado, necesita igualmente una rehabilitación, según los informes de la Gerencia de Urbanismo. Se trata de un edificio residencial con dos viviendas, una por planta, incluida dentro del conjunto del patio de banderas, correspondiente al recinto inicial del Alcázar de Sevilla. La finca, que data del siglo XVIII-XIX, se adosa a la muralla en dos de sus linderos, incorporando dos de sus torreones. Tipológicamente responde al tipo de casa-patio, desarrollada mediante cuatro crujías dispuestas en torno a un patio central, con galería, de proporciones ligeramente rectangulares. El acceso se realiza por la esquina noreste, a través de una galería adosada al interior de la muralla y en el acceso se dispone de una segunda crujía que alberga la escalera de acceso a la planta primera. Este acceso responde presumiblemente a una intervención posterior a la construcción, para segregar las dos plantas al no poderse servir de la escalera principal situada al fondo del patio.

Además del patio central, presenta tres pequeños patios de ventilación en las crujías norte y oeste con el fin de paliar la falta de iluminación en el perímetro exterior ocupado por la muralla. La parcela objeto de intervención tiene forma irregular, cuenta con 533,99 m2 de superficie yuna superficie construida de 419,25 m2 en planta baja, 466,28 m2 en planta primera y 82,54 m2 en planta segunda (castilletes, buhardillas, trasteros y lavaderos), para un total de 968,07 m2 construidos.

«La intervención propuesta -explica el informe de la GMUA- no modifica las condiciones urbanísticas existentes, ya que se trata de obras de conservación que atienden a las medidas ordenadas por la GUMA del Ayuntamiento de Sevilla, proyectándose únicamente las obras necesarias para asegurar el a fin de mantener en todo momento las condiciones requeridas para la habitabilidad o uso efectivo del edificio existente. Con tal fin, dado que hay que intervenir en la sustitución de todas las instalaciones y revestimientos de los baños insertados en la muralla islámica se proyecta desplazar dichos núcleos húmedos, resolviéndose así la protección de esos paños de muralla«.

Añade el informe que «se han detectado algunas patologías localizadas, apareciendo algunas grietas en los muros en la zona de la escalera de acceso a la vivienda de planta primera, así como en los muros correspondientes a la cocina situada al fondo de la planta baja. Los revestimientos de los patios se encuentran muy deteriorados como consecuencia de las humedades y el envejecimiento generalizado, apreciándose abofados y desprendimientos por lo que no cumplen adecuadamente su función de protección«.

Destaca también que «debido a la existencia de humedades de capilaridad en los muros del edificio, se considera necesaria la revisión de la red de saneamiento del mismo para comprobar su correcto funcionamiento y evitar así la posible existencia de pérdidas que pudieran estar provocando estas humedades de capilaridad y los pequeños movimientos en la cimentación de la estructura vertical«.

De todas las teorías sobre la configuración y origen del Alcázar, la más aceptada es la que sitúa este recinto original dentro de un espacio formado po: el Patio de Banderas, el Palacio de Teso y el Palacio de Caracol. La muralla, cuyos únicos restos conservados serían los de la plaza del Triunfo, la calle Joaquín Romero Murube y el ala oriental hasta la torre del agua, pasaría bajo el límite actual entre el Crucero y la Montería, y bajo el palacio del Rey Don Pedro, para torcer hacia el Este bajo el testero Sur del palacio gótico.

En 2012 acabaron las excavaciones que descubrieron la cripta arqueológica en el Patio de Banderas con los restos más antiguos que hay en Sevilla y se redactaba el proyecto de actuación para ponerlos en valor. Doce años y medio después, todo sigue igual. En octubre de 2013, por razones presupuestarias, el Patronato del Alcázar renunció al proyecto de hacer visitable al público en general la cripta y decidió cubrir el área excavada y restablecer el Patio de Banderas a su estado previo, a la espera de que el Ayuntamiento llegase a un acuerdo con Patrimonio del Estado para comprar la casa número 11, situada junto al apeadero, que era la que, según el proyecto, debía servir de acceso subterráneo a la cripta como último hito de la visita al Alcázar. Sin embargo, el Gobierno central hizo una maniobra administrativa muy cuestionada para vender esa casa al arrendatario que llevaba viviendo en ella desde los años 60 mediante un contrato de renta antigua y sin sacarlo a concurso público, lo que desbarató el proyecto de la cripta.

La cripta del Patio de Banderas quedó oculta pero nunca se repuso la fuente ornamental en la plaza. Otro de los problemas que tiene sin resolver la Administración pública en esta zona es la reapertura de la puerta original almohade que da a la calle Joaquín Romero Murube y que se encuentra dentro de la casa 16 que está cedida a una fundación estatal de Biodiversidad, sin que se publicite ni tenga un horario de visita, pese a esconder unos restos fundamentales para entender la historia del Alcázar.

La fachada de la casa 1 sigue repleta de desconchones pese a que se encuentra en la parte más fotografiada del entorno, anexa al Callejón de la Judería. Allí se hizo una foto el actor Antonio Banderas en una visita realizada en 2022, donde se apreciaba el rótulo con el nombre del Patio que coincide con su apellido. La imagen, que se hizo viral, mostraba una falta evidente de celo en la conservación de la vivienda.

La casa 16 es la que está cedida a la Fundación de la Biodiversidad y es la que cuenta en su interior con los restos de la primitiva entrada almohade al palacio. Al estar ocupada por esta fundación, no es posible para la ciudad recuperar ese espacio y reabrir ese acceso sellado desde la calle Joaquín Romero Murube.