Aumentan las consultas de esterilidad: el pasado año hubo cerca de 22.000 sólo en los hospitales públicos de Sevilla

Las cifras que manejan los hospitales públicos ponen de manifiesto el aumento del número de parejas que necesitan ayuda médica para concebir un hijo. El pasado año (2023) hubo en Sevilla un total de 21.548 consultas de esterilidad y el número de parejas que se hicieron un estudio básico esterilidad fue de 1.833, según el Servicio Andaluz de Salud.

Pero ese es el dato de los hospitales públicos de Sevilla, a los que hay que añadir los de la privada. Porque en la pública sólo se realizan estos tratamientos a las mujeres hasta los 40 años tal y como estipula la normativa. Sin embargo, son muchas las mujeres que acuden a un centro privado cuando el embarazo no llega de forma natural, ya que pueden seguir con estos tratamientos hasta los 50 años siempre que no les llegue antes la menopausia. Además así evitan las listas de espera que suele haber en para someterse a uno de estas técnicas.

En Sevilla se hacen tratamientos de este tipo en trece clínicas: los tres hospitales públicos Virgen del Rocío, Macarena y Valme, y hasta diez centros privados. Uno de ellos es el hospital Quirónsalud Infanta Luisa, cuyo jefe de la unidad de Reproducción Asistida, Antonio Jiménez Díaz de la Serna, calcula que a los datos de la pública hay que sumarle al menos otras 12.000 consultas en la privada. Con todo, se pueden realizar entre (2.800 y 3.000) 4000 - 4200 ciclos de fecundación in vitro, a los que habría que sumar unos 400 ciclos de inseminación artificial, que sumarían unos (3.400) 4500 tratamientos de fertilidad anuales en la privada en Sevilla, donde en el año 2026 se celebrará el Congreso Nacional de Sociedad española de Fertilidad (SEF)

Hay que tener en cuenta que no sólo acuden las parejas que no pueden tener hijos de forma natural. Ahora también se suman las parejas del mismo sexo con deseos de tener descendencia y las mujeres que deciden hacerlo en solitario. Y eso hace que los números aumenten. A ello hay que unir que la mayoría no oculta esos tratamientos. «Cada vez es menos traumático reconocer cuando se tienen problemas para concebir», dice el Jiménez Díaz de la Serna.

Pero ¿Qué tasa de éxito tienen estos tratamientos? Es decir, ¿cuántos acaban en embarazo y finalmente en el nacimiento de un hijo que es lo que buscan las parejas? Según el ginecólogo, los tratamientos de fertilidad, que llevan aproximadamente cincuenta años en España, evolucionan constantemente. Aún así se estima que entre el 35 y el 38 por ciento de estos tratamientos acaban en embarazo aunque el éxito también depende de la edad de la paciente ya que, a partir de los 43 años se reducen las tasas de éxito.

En cualquier caso, entre el 22 y el 25 por ciento de esos tratamientos acaban felizmente con el nacimiento de un niño.Además en esa evolución de las técnicas, ahora se opta por un sólo embrión frente a lo que se hacía antes, cuando se implantaban tres o incluso cuatro embriones. «Muchos de esos embarazos múltiples no llegaban a buen término». Hoy en día la idea es que, (aunque el éxito de quedarse embarazada sea menor), que sin reducir las tasas de éxito, que las que lo logren lleguen hasta el término del embarazo y tengan un niño sano en su cuna y en su casa«, explica el ginecólogo. Por eso el 85 por ciento de las transferencias que se hacen son mono embrionarias y sólo excepcionalmente se implantan dos. De hecho, cada día se descartan más embriones, los que no tienen calidad, y las transferencias son más reducidas para lograr aumentar la tasa de gestación.

En cuanto a la edad de las mujeres que suelen acudir ronda o incluso supera los 40 años, ya que a partir de esa edad no pueden tratar la infertilidad en los hospitales públicos.Pero estos tratamientos no son baratos y su precio siempre depende de las técnicas, los estudios que requieran y las veces que haya que repetirlo hasta conseguir el embarazo. Pueden costar desde 6.000 euros en el caso de lograr la gestión al primer intento o llegar a los 20.000 si se requieren varios, en los casos de FIV. Y también suelen ser largos porque hacen falta muchos estudios adicionales.

Desde que se inicia el tratamiento hasta que se hace la transferencia y finalmente se logra el embarazo pueden pasar desde 3 o 4 meses hasta dos o tres años como máximo. También resulta duro ya que se está forzando en cierto modo a la naturaleza. «Una mujer de manera natural produce un óvulo al mes y estamos intentando que produzca más, estamos multiplicando por diez o por doce su fisiología.Es una exigencia máxima a la fisiología femenina«, admite el especialista. Por ello (muchas) algunas de ellas necesitan tratamiento psicológico coadyuvante durante el proceso.

Ahora se recomienda como una solución si se va a retrasar la maternidad, preservar la fertilidad congelando los óvulos. «Hay que plantearse esta preservación cuando se tienen menos de 35 años, no cuando se tienen 38 ó 39», dice el médico. ¿El coste de esa congelación para guardar el óvulo? Hay que tener en cuenta que en los centros públicos sólo se hace en los casos que exista una patología que impida que se puedan tener hijos como un tratamiento de quimio o radioterapia. En los centros privados aproximadamente cuesta entre 2.000 y 3.500 euros, un precio al que hay que sumar el mantenimiento de los ovocitos que puede costar desde 300 hasta 600 euros al año.