El asesinato de un joven en el barrio sevillano de Santa Clara, el mal presagio de unos vecinos hartos

El barrio de Santa Clara es una zona de la ciudad mayoritariamente residencial, encuadrada entre dos grandes avenidas de salida y entrada de Sevilla, dos polígonos industriales: el Calonge y el Carretera Amarilla; el Polígono San Pablo y la SE-30.

Sus vecinos llevan meses exigiendo a las administraciones competentes, sobre todo al Ayuntamiento, más presencial policial en la zona, especialmente en los entornos de las discotecas ubicadas en los polígonos Carretera Amarilla y Calonge, que colindan con los límites del barrio.

Estos establecimientos de ocio nocturno son un foco de botellonas, ruidos, peleas, riñas,... Los vecinos, además, vienen denunciando que son muchas los grupos juveniles de otros barrios 'marginales' los que se acercan a esta zona de la movida, a veces con otras intenciones distintas a divertirse. Aquí enmarcan los robos, asaltos a otros jóvenes o destrozos en coches.

«Hay líos casi todos los fines de semana», cuenta a este periódico un residente. Esta mañana todos los corrillos de vecinos hablaban de la pelea que se había desatado el asesinato de este joven de 21, de origen marroquí y vecino de Los Pajaritos. El crimen ha ocurrido en la confluencia de las calles Macedonia, Villas de Cuba y Carabela Santa María.

Algunos vecinos, incluso, hablan de la famosa 'caza al pijo'. Esto es, adolescentes y jóvenes que acuden a este núcleo residencial de clase media alta para atacar a sus iguales.

Las botellonas, como ya radiografió este periódico el pasado mes de diciembre, se extienden por los jardines que hay entre la avenida de Montes Sierra y Juan de Mendoza Luna. Lo peor llega en las noches de los jueves, viernes y sábado. Es cuando se repiten las fiestas en las salas que se ubican en la avenida de Montes Sierra.