Canivell: «Artillería tiene más espacio y mejores condiciones que las Atarazanas para acoger un gran museo»

Canivell recuerda que el pintor Antonio López, invitado a la Semana de la Arquitectura de Sevilla, le dijo que «el arte estaba antes en la calle, en las casas, no en los museos. Y que a lo mejor el arte tendría que volver a la calle».

Fuentes próximas a la Junta aseguran que la Consejería de Cultura anunciará antes de que acabe el año su «guion» para las Atarazanas y que podría convertir a este monumento en «el embajador de Iberoamérica en Sevilla aprovechando también la efeméride del centenario de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929».

La recuperación de las Atarazanas no culminará con las obras de rehabilitación de los astilleros alfonsinos. El proyecto en el que trabajan ahora los técnicos municipales del Ayuntamiento de Sevilla da un paso más y prevé que la reapertura del edificio sea el punto de partida para el cierre total al tráfico rodado de todo su entorno, eliminando también las actuales plazas de aparcamiento y conformando un gran eje peatonal que engrandezca los alrededores de esta nueva manzana cultural de la ciudad.

El planteamiento del equipo de José Luis Sanz es que la inauguración de las Atarazanas -con independencia de su uso definitivo, que sigue siendo un misterio- debe ser un atractivo para miles de visitantes, cuyo flujo habría que ordenador de alguna manera. La transformación de esta zona del Arenal, convirtiéndola en un espacio más amable para los peatones, forjaría de esta manera un itinerario que conectaría la margen del río con la Catedral de Sevilla. En él se incluirían otros referentes patrimoniales y culturales como la Torre del Oro, el Teatro de la Maestranza, la Casa de la Moneda, la Torre de la Plata, el Arco del Postigo o el Archivo de Indias, a los que se podría acceder sin la molestia que ocasionan actualmente los coches.

La idea no es nueva. En los años de Alfredo Sánchez Monteseirín en la Alcaldía de Sevilla se valoró también peatonalizar la calle Dos de Mayo en el marco de la rehabilitación de los viejos astilleros. Y tanto en el mandato de Juan Ignacio Zoido (PP) como en el de Juan Espadas (PSOE) se trabajó en este proyecto, pero por distintos motivos no llegó a ejecutarse. Para José Luis Sanz es un proyecto irrenunciable que debe llegar a un buen puerto durante este mandato.

La peatonalización del entorno de las Atarazanas fue uno de los temas que abordaron la semana pasada el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma oreno, y el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, durante la reunión que celebraron en el Ayuntamiento hispalense. Ambos coincidieron en la conveniencia de la creación de este gran eje peatonal tras la inauguración del monumento. El encuentro sirvió para anunciar también que la apertura será una realidad la próxima primavera. En concreto, Sanz explicó que las obras «van bien» y que el objetivo es que estén finalizadas «entre los meses de mayo y junio de 2024».

Era la primera vez que las dos administraciones dan una fecha oficial para la conclusión de los trabajos, que se han visto afectados por varios imprevistos. Entre ellos, la aparición de algunas grietas y desprendimientos en el Hospital de la Caridad que obligaron a instalar una malla para evitar que la caída de cascotes de las yeserías afectara al resto de obras que se conservan en su interior. Con estos problemas solucionados «por completo», dijo el alcalde, los operarios han podido recuperar el ritmo en la ejecución para mantener el calendario que se fijó al inicio de las obras en febrero de 2022.

A más largo plazo será cuando se concrete la peatonalización de los alrededores de los viejos astilleros que «no coincidirá, según Sanz, con el estreno del edificio la próxima primavera. «Es un proyecto que todavía se está estudiando y que no se ha puesto en marcha», explicó, indicando que su gobierno trabaja ya en la definición de cómo sería el cierre al tráfico de las calles afectadas. Tampoco descartó que el plan final se parezca al que se presentó durante el anterior mandato socialista y consideró «posible» que se incorporen algunas de esas ideas.

El proyecto que diseñó Antonio Muñoz, el anterior alcalde, apostaba por crear una conexión peatonal en el entorno de las Atarazanas, parecida a la que plantea Sanz. En los planes del gobierno socialista, que no llegaron a concretarse, estaba previsto suprimir el tráfico de vehículos de las calles Dos de Mayo, Postigo del Carbón, Santander, Núñez de Balboa y Temprado.

De entre las vías afectadas, la peatonalización de Dos de Mayo era la más importante de todas, puesto que la reforma de las Atarazanas conlleva que se eliminen los muros de la fachada y se sustituyan por una cristalera que deje al aire el interior del monumento. Para ello sería necesario que los coches dejen de transitar por el entorno y que, además, las plazas de aparcamiento desaparezcan.