#ArchivoABCsev: DIEZ LUGARES DE SEVILLA QUE HAN DESAPARECIDO O QUE PUEDE QUE NO RECONOZCAS

La colección fotográfica de este periódico es infinita, en calidad y cantidad. Detrás de cada foto nos topamos con una joya que nos permite conocer cómo era Sevilla. Sus calles, plazas, rincones y enclaves han cambiado con el paso del tiempo y en esta instantáneas están congeladas desde hace más de un siglo.

Como cada viernes, nos adentramos en la hemeroteca y rescatamos varias fotografías para este serial que lleva recorridos bastantes hitos de nuestro pasado y que puede consultarse con la etiqueta #ArchivoABCsev en el buscador Google y en las redes sociales. Un recuerdo semanal nos hace echar la vista atrás con nostalgia.

En esta ocasión, el lector tiene un reto, una especie de juego, que estriba en intentar adivinar, sin leer el pie de foto, de qué lugar se trata. Unos serán más sencillos y otros menos evidentes. Un pasatiempo para estas jornadas de calor. Allá vamos.

La primera fotografía que rescatamos del pasado es la instantánea que abre el reportaje. Está tomada la década comprendida entre 1890 y 1890, y no es muy complicado acertar cuál es el enclave que muestra por la torre de la derecha de la imagen. Hoy en día no queda ni rastro es de ese abrevadero para las reses delante del Parlamento de Andalucía. En nuestros días, sin embargo, los sevillanos acuden a un punto no muy lejano al capturado en la foto, pero para comprar churros al famoso puesto de 'calentitos' frente al Arco de la Macarena.

La siguiente parada la hacemos en el año 1900, el fotógrafo Serrano tomó esta fotografía desde una azotea y hacia una de las plazas más señeras de la ciudad. Quienes se guíen por la ubicación de la Giralda habrán podido adivinar que se trata de la Plaza del Salvador, pero que está poblada de árboles, algo que los sevillanos añorarán en estos veranos tan calurosos a los que Sevilla nos tiene acostumbrados.

Sin alejarnos de la Colegiata del Salvador, pero si girando el encuadre de la imagen, descubrimos cómo era la vista de la plaza en el año 1957. Antes de que la peatonalización llegase al Casco Histórico y que el acceso de los vehículos se restringiese, los sevillanos podrían aparcar sus coches en lugares en los que ahora reina el peatón. No hace tanto tiempo que la plaza del Salvador era un lugar clave de aparcamiento.

El siguiente recuerdo lo traemos de una imagen de agosto de 1950, cuando sevillanos iban a bañarse en las aguas de la conocida como playa de María Trifulca, que se ubicaba en los arenales de la Punta del Verde, bajo el actual puente del Centenario. El origen de este área recreativa es la ejecución del Canal del Rey Alfonso XII o popularmente llamada «la Corta de Tablada». Esta zona tuvo su esplendor entre los años veinte y los cincuenta y le dio nombre la tal María Trifulca, dueña de un chozo cercano convertido posteriormente en ventorrillo. Desgraciadamente, se trataba de un lugar peligroso, con corrientes y donde los ahogamientos eran relativamente frecuentes.

Siguiendo con el ocio y tiempo libre de los sevillanos en el pasado, nos detenemos en la calle 'Colcheros', como se denominaba la famosa calle Tetuán en 1903. En este teatro, que lleva el nombre del patrón de la ciudad, se representaron durante la segunda mitad del XIX óperas, zarzuelas, conciertos y bailes de la sociedad sevillana. Fue inaugurado en diciembre de 1847 y demolido en 1973. Como puede verse en la fotografía, tomada por Juan Barrera, no todo el mundo acudía a estas citas culturales.

En esta vemos los alrededores de la cárcel de pópulo durante la vista de un proceso judicial muy sonado en Sevilla en 1906, los crímenes del Huerto del Francés. Esta prisión, ya desaparecida, se ubicaba exactamente donde hoy se encuentra el Mercado del Arenal. Los pórticos que sirven de guarida a muchos sin techo hoy en día, están enclavados en el lugar donde hasta hace noventa años se encontraba la cárcel, construida a mediados del siglo XIX. Los sevillanos recuerdan esta cárcel por las saetas que los reclusos cantaban a la Esperanza de Triana las mañanas de Viernes Santo a su paso junto al edificio, desde cuyas ventanas sobresalían los brazos de los cautivos.

El protagonista de esta parada es un hotel que estaba ubicado en la Plaza del Duque, junto a la calle Alfonso XII, el Hotel Venecia. El edificio hotelero estaba a la derecha de la parada de los taxis amarillos y negros de la época, como bien vemos en esta imagen tomada por Gelán en 1950. La zona, más que turística, hoy en día está llena de alojamientos para los visitantes, pero de este no queda ni rastro. El edificio en la actualidad es un galería comercial.

Nos alejamos del Casco Histórico de la ciudad y nos trasladamos al Prado de San Sebastián. Entre todos los fines que ha tenido la inmensa explanada, también ha estado una fábrica de Cerámicas, la de los 'señores González Hermanos', como puede verse en esta imagen de Juan Barrera, tomada en 1908. Hay que pensar que entonces este lugar serían las afueras de Sevilla, a donde cada mañana los operarios se trasladaban al trabajo para fabricar azulejos, losetas y losas para la construcción.

Tal y como se ha relatado en otras ocasiones en este serial, antes de asentarse en este enclave la feria de ganado que dio lugar a la Feria de Abril, era una extensión abandonada donde nadie quería edificar por ser el lugar más lúgubre de Sevilla, concepto que luego cambio por completo. El rechazo inicial era porque allí se ubicaron dos cementerios: el de San Sebastián y el de Los Pobres, y por otro lado, también había estado el quemadero de la Santa Inquisición, lugar en el que perecieron muchos sevillanos.

Seguimos con el paseo y cruzamos el río hacia otra zona en la que también está presente la cerámica, es más, esta es parte de la columna vertebral de la historia del barrio. Nos vamos a Triana y aunque no se reconozca, esta fotografía está tomada en la calle San Jacinto, por Juan Barrera en 1911. En esa época, esta famosa vía cambió su nombre y pasó a denominarse 'Manuel Carriedo'. Este santanderino, empresario afincado en Triana, fue primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla y el arrabal le dedicó el nombre de la calle entre 1911 y 1931. 

Seguidamente, entre 1931 y 1936, es decir, durante la Segunda República, se rotuló bajo el nombre de Carlos Marx. Como vemos, la calle contaba con soportales, los cuales «hubo planes para eliminarlos desde 1880, pero no se completó hasta después de la Guerra Civil», como publicó este periódico. La estampa en la que nos detenemos refleja el carácter rural de la vida de entonces, en el año 1911.

Ponemos punto y final a este paseo fotográfico con la que puede ser la imagen más complicada de identificar de la serie. Nada de ese enclave sigue como cuando fue capturada en el año 1911. Tal y como indica el pie de foto registrado en el archivo, Su Majestad el Rey Alfonso XIII cedió esos terrenos para que se levantase el barrio de Santa Cruz. En la instantánea una línea de puntos indica exactamente qué terrenos fueron cedidos por el monarca, «importante mejora para Sevilla», señalan las crónicas de entonces.