AP-4, la autopista de los atascos no encontrará alivio hasta 2028

El Gobierno central anuncia la construcción de un tercer carril entre Sevilla y Las Cabezas en un plazo de al menos cinco años

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La AP-4 cumple cincuenta años entre la vuelta del peaje y la saturación

Los antiguos arcos del peaje en la AP-4 Efe

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana celebra el 50 aniversario de la inauguración de la antigua autopista AP-4 anunciando la construcción de un tercer carril con el que aliviar los atascos, pero el proyecto no será una realidad al menos ... hasta 2028. La noticia la dio la propia titular de la cartera, Raquel Sánchez, durante una visita a Sevilla en la que hizo balance de las actuaciones que su departamento tiene en obras o en proyecto. Ese nuevo vial que prometió es una reivindicación de ayuntamientos, empresarios y de los propios conductores que sufren a menudo las retenciones.

La inversión prevista es de 277 millones de euros, avanzó su secretario de estado de Infraestructuras, Xavier Flores, quien detalló que el tramo que contará con tres carriles por sentido es el de Sevilla-Las Cabezas, que es donde se produce la mayor concentración de vehículos. Desde que se suprimió el peaje el 31 de diciembre de 2019, el tráfico general ha crecido un 50%, con un mayor impacto de los camiones, que se han multiplicado por tres. Pero esa capacidad extra a lo largo de los 41 kilómetros que tiene el primer tramo de la AP-4 «no estará antes de cinco o seis años», señaló Flores.

Además de la ampliación de carriles se construirán tres nuevos desvíos, que ya están en redacción. Dos de ellos serán entre la AP-4 y la N-4 en Los Palacios y Villafranca y El Cuervo (25 millones de euros) y otro entre la A-4 y la N-4 en el aeropuerto de Jerez (13 millones). En total, se estima destinar 38 millones de euros en su desarrollo. De la misma forma, se mejorarán tres de los enlaces, empezando por el de Las Cabezas con la A-471 y el propio núcleo de población. Los siguientes serán los enlaces de Jerez Sur (A-381 – Ruta de Toro) y Puerto Real (A-4).

La tercera obra prevista es la rehabilitación del firme, en lo que se invertirán 50 millones de euros. Esta actuación se llevará a cabo en todo el recorrido, mejorando la seguridad y el servicio al usuario y reduciendo las emisiones de CO2 generadas. «Este proyecto va a beneficiar a 85.000 personas cada día», explicó el secretario de estado, tras reconocer las carencias que presenta una autopista que «no se concibió para conectar núcleos, sino para pasar por ella sin desviarse».

«Acabar con los peajes era una prioridad por su papel en la cohesión territorial, para la industria y las exportaciones. Vamos a transformar la autopista en una vía para coser y vertebrar el territorio mejorando la permeabilidad y dar lugar así a nuevos itinerarios, que hasta hora exigían rodeos», continuó la ministra, que, sin embargo, omitió cualquier alusión a otro proyecto que sigue pendiente: el desdoble de la antigua N-IV entre Los Palacios y Jerez. De hecho, empresarios y regidores de los municipios que tienen salida a esta carretera dudan de que tras la inversión en la AP-4 se vaya a seguir trabajando en el desdoble.

Las actuaciones previstas tendrán un impacto socioeconómico significativo, reduciendo los tiempos de desplazamiento particularmente en picos de demanda a los 85.000 usuarios diarios de los tramos que aumentarán su capacidad y para los 50.000 usuarios diarios esperados en los nuevos enlaces y propiciando una mejora de la seguridad vial adicional a la ya observada en los dos últimos años por el descenso de tránsito en la antigua nacional.

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