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Esta es la anécdota de Jairo, componente de la chirigota del Bizcocho, que tantas risas está provocando en redes

Descubre la divertida anécdota de Jairo Nández, tenor de la chirigota del Bizcocho, que está causando furor en redes sociales. Entre risas y una multa por mal estacionamiento, esta historia verídica ha corrido como la pólvora entre los aficionados al Carnaval de Cádiz

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Jairo Nández, tenor de la chirigota del Bizcocho, protagoniza una divertida anécdota Ayto. de Cádiz
Manuel Pérez Cortés

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Las anécdotas que vive una agrupación de Carnaval durante su gira veraniega bien podría dar para un libro o para componer otro repertorio para el Falla. Y si no que se lo digan a la chirigota del Bizcocho, que están provocando las risas en las redes tras compartir una de esas anécdotas.

La anécdota de Jairo y el Megane rojo

El protagonista es Jairo Nández, tenor de la chirigota que tantas sensaciones causa dentro y fuera del Gran Teatro Falla. Las redes sociales de la agrupación de La Rinconada han lanzado este mediodía un vídeo en el que narran la anécdota de Jairo y el Megane rojo.

Tras interpretar el repertorio de La última y nos vamos, la última chirigota del Bizcocho en el Carnaval de Cádiz, el grupo comienza a quitarse el tipo de músicos del Titanic para tirar de antología y cantar algunas coplas de otros grandes éxitos del chirigotero sevillano como No te vayas todavía –también conocida como la chirigota del muerto o del Manué–, Gente con chispa o La quinta del Buitre.

Para ir amenizando el pase, Antonio Álvarez, el Bizcocho, comienza a contar una anécdota. Y, atención, porque aunque pueda parecer un chiste, es una historia verídica.

En una de las muchas actuaciones de la chirigota, la policía se acercó al escenario y le dio un papel a Jairo en el que ponía lo siguiente: «Hay un coche mal aparcado y se lo va a llevar la grúa». La nota incluía los datos básicos: marca, modelo, color y matrícula.

En ese momento, cuenta el Bizcocho que Jairo cogió el micrófono y dio la noticia al público allí congregado. Al instante, se vuelve al grupo y les dice: «Menos mal que es rojo porque es mi matrícula». La anécdota provocó las risas de todos los presentes y Jairo confesó que le llegó una multa a casa. El Bizcocho recordó entonces que el alcalde le dijo que le quitaría la multa.

Fue entonces cuando Jairo remató la faena con otra genialidad: «Me dijo que no me preocupara que él me la quitaba. 'Tú me llamas el mes que viene' y nunca me lo cogió».

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