Álvaro Prieto, un caso de dos meses que la juez cerró con una cita personal con los padres

«No existen indicios de la comisión de ilícito penal alguna». Tampoco había indicios de que «intervinieran de forma intencionada o imprudente terceros en el fallecimiento». Éstas fueron algunas de las conclusiones que alcanzó la juez tras analizar toda las pruebas: el levantamiento judicial del cadáver, la inspección ocular, la toma de muestras y vestigios por parte de la Policía Científica, la práctica de la autopsia, la recogida de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la estación y de establecimientos cercanos al lugar, y la toma de declaración de testigos.

Ante las dolorosas circunstancias de la muerte del joven cordobés, la magistrada, según han confirmado a este periódico fuentes judiciales, decidió llamar a los padres de Álvaro Prieto a su despacho para explicarles personalmente los motivos que le habían llevado a archivar la investigación judicial sesenta días después.

De esta manera, la Justicia disipaba las dudas que surgieron tras el hallazgo del cuerpo y que, en gran medida, fueron alimentadas por rumores sin fundamento que apuntaban, por ejemplo, que Álvaro decidió acceder a la zona exterior de las vías porque estaba siendo perseguido por alguien.

Entre las pruebas analizadas, las más relevantes resultaron ser las grabaciones de las cámaras de seguridad del entorno, que permitieron descubrir cómo se produjo el accidente: el chico trató de subirse a un tren que estaba parado en la zona de talleres y se electrocutó al alcanzar el techo y tocar la catenaria. La conclusión no podía ser otra que una muerte por electrocución derivada de una concatenación de actos imprudentes por parte de la víctima.

Los padres de Álvaro Prieto, que se personaron en la causa mediante un abogado de Córdoba, decidieron no recurrir el archivo de la causa judicial acordada por la instructora, dando así el cierre definitiva a estas diligencias. Tampoco han optado por la vía civil para una posible indemnización, en caso de existir negligencia, por parte de Adif. Judicialmente no hubo más recorrido que esos sesenta días.