UN 48% DE DESEMPLEO
Torreblanca: viaje al corazón del paro de Sevilla
El barrio donde más ha crecido el desempleo desde 2005 ha sufrido más que ninguno la crisis al ser cantera de albañiles. Justo ahora las administraciones eliminan programas de empleo
eduardo barba
La famosa recuperación económica llega con cuentagotas. En algunas zonas de Sevilla, ni siquiera de esa manera. Los últimos datos oficiales sobre desempleo apuntan a una tasa del 29,5% en septiembre, con 99.118 personas en edad de trabajar que, sin ... embargo, no pueden hacerlo. Al tratarse de medias, estas cifras globales revelan que hay puntos, obviamente, donde la coyuntura es aún peor. Pero hay tres o cuatro barrios donde esta situación es especialmente grave, los llamados «de transformación social». Uno de ellos, histórico en esta negra estadística, es el Polígono Sur, con niveles de paro que se acercan incluso al 50%. Otro, Tres Barrios, en el distrito Cerro-Amate, que se incorporó hace algunos años al podio después de haber sido en los 60 y 70 asiento de multitud de familias obreras. Estas dos barriadas han sido alcanzadas en niveles de paro por otra que se ha colocado prácticamente al frente de la problemática social, la nueva «zona crítica» del desempleo en la ciudad , donde más ha crecido ese índice en los diez últimos años: Torreblanca .
Se dan en esta populosa barriada del sureste de la capital andaluza condicionantes que la convierten en epicentro de la crisis. Es, de hecho, donde más se ha notado el empeoramiento en los últimos años a causa del perfil su población, muy vinculada a la construcción . Algunos lo conocen como «el barrio de los albañiles» , de hecho. A mediados de los años 90, en Torreblanca funcionaban una veintena de polveros; hoy sólo quedan dos. La crisis del ladrillo cogió con el pie cambiado a buena parte de los vecinos, que se dedicaban al palustre y la mezcla sin más formación que la básica y que ahora pagan sus escasas o nulas opciones de reconversión en un mercado escaso y competitivo. No hay obras, no hay trabajo, no hay horizonte.
La barriada soporta ya un índice de desempleo cercano al 48% de la población activa . Si esa cifra es escandalosa, la del paro juvenil —menores de 35— resulta simplemente indecente y se coloca sobre el 60% . Destacan también en el análisis estadístico de Torreblanca el índice de abandono escolar , el alto nivel de absentismo escolar y un elevado número de embarazos en edades muy tempranas, lo que dificulta mucho la incorporación de los jóvenes al mercado laboral y a un modelo normalizado de ciudadanía. El índice de analfabetismo funcional es el más alto de todos los barrios de Sevilla a causa de la pobreza y la marginalidad de esta zona.
El papel de las administraciones
Ese trazo laboral de la población ha influido en el acelerado declive de la barriada tras reventar la burbuja inmobiliaria, pero conviene no olvidar el peso que está teniendo en ese sentido la desidia de las administraciones . Porque más allá del tópico barriobajero que se «vende» apoyado en la marginalidad, la droga o la infravivienda, la realidad de Torreblanca está sobre todo marcada por el paro y por los designios de los dirigentes políticos, que han abandonado a su suerte a esta demarcación de la ciudad. Donde, por ejemplo, ya no queda un solo programa de inserción laboral activo. Donde no se reconstruyen bloques de viviendas, como en Tres Barrios. Donde no llega inversión alguna, en contraste con el Polígono Sur, donde el dinero público ha entrado con creces. Donde no se colocan casi nunca los focos, las cámaras ni los atriles de los políticos. Un barrio donde mucha gente «vive en las esquinas», sin nada que hacer. «Éramos el barrio de los albañiles y ahora somos el de las esquinas, que se llenan de personas sin trabajo todos los días, junto a los bares o sólo para ver pasar los coches y charlar», comenta lacónico un encofrador sin empleo.
El panorama es desolador. Esta pasada semana se agotó el programa Redes , el último resquicio que quedaba al que agarrarse para muchos desempleados. El Andalucía Orienta concluyó hace meses y la Junta de Andalucía sigue sin despejar el futuro de esa iniciativa pues no se aportan los fondos necesarios. No hay consignación presupuestaria para reactivar esos cursos de inserción laboral. Con el daño colateral de los propios orientadores, pues decenas de ellos han pasado a engordar las listas del Servicio Andaluz de Empleo. El programa CAPI (acceso a internet y búsqueda desde la red) también desapareció. Y las escuelas taller y los talleres de empleo quedaron desmantelados antes del verano y nada de sabe de ellos.
Así las cosas, sólo una entidad trabaja ahora mismo de manera permanente en el barrio para cuestiones de empleo, la Fundación ADE , una escisión de la Fundación Gerón, que abandonó ante tanta deuda por parte del Gobierno andaluz. La coordinadora de equipos de ADE, Chari Camuñas, recalca que «cada vez hay más gente del barrio que se ha sumado a programas de ayuda como el PACAS, o sea, que cada vez hay más gente sin ingresos. Antes lo hacían personas más excluidas, por decirlo de algún modo, pero ahora son ya familias que estaban totalmente normalizadas que han terminado por quedarse sin ingresos las que acuden a inscribirse para estos programas públicos. Cada vez es más la población de Torreblanca a la que sólo le quedan los servicios sociales y ayudas extraordinarias».
En ese sentido, subraya la enorme cantidad de jóvenes «que no tienen nada que hacer y que se acaban sumando al programa de Garantía Juvenil cuando lo ha habido. La cuestión es que hasta hace varios años peleaban, buscaban trabajo, movían su currículum... pero ahora están desesperados y han arrojado la toalla en muchos casos». Esta fundación trabaja para poner en marcha en breve varios programas de ayuda a la inserción laboral, pero se está a la espera de que las administraciones, especialmente la regional, muevan ficha y dispongan presupuestos.
Batallas políticas
Por esa afección entre el sector joven es especialmente grave que desaparezcan los programas de empleo, que se han quedado sin fondos. Tampoco se ha dispuesto más dinero para los talleres de empleo , que han funcionado hasta hace unos meses con consignación mayoritaria de la Junta y una parte que debía pagar el Ayuntamiento. Las batallas sobre qué se pagaba, cuándo y cómo terminaron por fulminar las escuelas taller. «Se luchó mucho para que se pusieran en marcha esos talleres y les han dado la puntilla», comenta el líder vecinal Antonio Guisado , que lleva años en esta pelea. «Los talleres permitían al menos que los chavales estuvieran un año aprendiendo un oficio , formándose, y luego recibían su paro, que quieras que no les ayuda unos meses. No sólo los han cerrado sino que se han llevado hasta la maquinaria que había para el aprendizaje», indica Guisado lamentándose del «abandono de las administraciones, que no invierten como en otras zonas. Esos chavales ya no tienen cursos, becas, taller... No les queda su última opción y acaban viviendo, incluso estando ya casados, con sus padres o hasta con los abuelos».
El director del centro cívico de Torreblanca, Ángel Luis Álvarez , verdadero experto en el barrio, donde trabaja hace años, apunta un aspecto crucial. «La cuestión no es la marginalidad. Esto está lleno de gente que lleva años con una vida normalizada y de jóvenes preparados. Pero necesitan una oportunidad . Una, al menos. Hay que desterrar el cliché sobre esta barriada, porque hay mucha gente buena aquí, trabajadora y preparada. Pero a cualquiera le hace falta alguna vez una oportunidad».
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