Los residentes no quieren que se eliminen plazas de la Zona Azul

Fuentes municipales han asegurado que lo que sí está claro hasta la fecha es que de esas 800 plazas que se eliminarán 500 corresponden a la zona de Pirotecnia en donde se dan cita varias facultades de la Universidad de Sevilla; y, el resto, a Bami y al sector de Nervión en que se encuentran los edificios de Telefónica, si bien estas últimas 300 plazas están aún por determinar cómo y en que cuantía se quitarán. También está decidido que se cambiará el horario en que rige la zona azul en Bami dos horas más que en el resto de la ciudad, es decir, hasta las diez de la noche, de modo que se adelantará a las ocho de la tarde.

Pero, ¿qué opinan los usuarios afectados por la Zona Azul de esta forma de regular el estacionamiento en superficie y del cambio que anuncia el alcalde? ¿Están conformes? ¿Proponen otra forma de ordenar los aparcamientos?

Fuentes de la Universidad de Sevilla Hispalense han señalado que no hicieron valoración alguna cuando el anterior Gobierno instauró la zona azul en el entorno universitario «y no la vamos a hacer ahora». Sin embargo, de lo que agrega, seguidamente, se desprende que tiene otras preferencias para garantizar la movilidad: «Nosotros siempre hemos apostado y apostamos por el transporte público y las bicicletas».

Los trabajadores y usuarios del hospital Virgen del Rocío de Sevilla son colectivos que también estacionan en Bami, el único barrio de la ciudad, por otra parte, en el que la zona azul rige hasta las diez de la noche cuando en los demás hay que pagar solo si se aparca hasta las ocho de la tarde. Isabel Casillas, la presidenta de la junta de personal de dicho centro pide la derogación total de la Zona Azul en el sector ya que «no podemos estar bajando cada cierto tiempo para echar dinero a la máquina y sacar el ticket porque, entre otras razones, no nos lo permiten en nuestro trabajo».

En su opinión se tiene que buscar otra fórmula para garantizar a trabajadores y usuarios del hospital el aparcamiento, otro sistema más cómodo y barato que no conlleve la obligación de acudir a la máquina expendedora. «Nosotros no podemos ir a echar dinero pero quien esté en el hospital con un enfermo o llegue a urgencias tampoco», añade Casillas, quien sentencia que la «movilidad por las inmediaciones del Virgen del Rocío no está resuelta».

En El Arenal no han anunciado que suprimirán plazas «y que no lo hagan porque aquí estamos encantados con la Zona Azul», dice Antonio Fernández, presidente de la asociación de vecinos . Afirma que no tenerla conduce a la anarquía, al caos «como cuando no había semáforos y los guardas regulaban el tráfico». Refiere que los residentes pagan un bono anual por un precio «que ahora mismo no recuerdo pero que trae cuenta y además, pueden aparcar en su calle o en las cercanías cosa que sin la zona azul es imposible» e, insiste, como hace en otras ocasiones, que el Centro de Sevilla necesita un plan que ordene el tráfico rodado.

Antonio Fernández, además de un reconocido líder vecinal es un experto en la materia pues no en vano en 1992 le impusieron en la Delegación del Gobierno la medalla al mérito de la Seguridad Vial con distintivo azul por colaborar en la reforma de la circulación en Sevilla y los desvíos del tráfico pesado procedente de Cádiz y Huelva.

Julio del Junco , secretario de la asociación de vecinos Jardines de la Buhaira que abarca las zonas de San Bernardo, Nervión, Pirotecnia y Prado de San Sebastián está indignado con la medida que ha anunciado el alcalde que considera «una falta de respeto absoluta ya que ha cedido a la presión de los trabajadores y de los estudiantes y ni siquiera se ha dignado a preguntarle a los vecinos porque, claro, como no protestamos, no contamos». Dice que no entiende las ventajas que se les quiere dar a los trabajadores y estudiantes pues «la mayoría no son ni de Sevilla». «No estamos conformes con que nos quiten la Zona Azul que es la única posibilidad que tenemos de aparcar en el barrio y movernos por los alrededores por unos 80 euros al año y además nos vigilan el coche y estamos seguros». Para Julio del Junco, el alcalde se debería de preocupar por acondicionar la bolsa de estacionamientos indiscriminados que hay en la calle Campamento «que es una verdadera vergüenza».

El pequeño y mediano comercio de Sevilla y su provincia , a juzgar por las palabras del presidente de la federación que los representa están más interesados en que las plazas de la Zona Azul sean rotatorias para así garantizar el flujo de clientes a sus negocios. Tomás González explica que la Zona Azul es muy buena para barrios con alta concentración comercial, algo que no es Bami, por ejemplo. Esa rotación con otra serie de medidas que permitan la movilidad son los ingredientes para garantizar la ordenación del tráfico.

«Lo coherente es que se estudie caso por caso según las zonas y las necesidades porque no es lo mismo un barrio comercial, que otro residencial o en el que haya hospitales. Hay que ver también, por ejemplo, la oferta de aparcamientos que hay en la zona, los edificios con este tipo de servicios, si hay suficiente transporte público y una serie de características que son las que condicionan las medidas a tomar para que haya movilidad que es de lo que se trata», aclara el presidente de Aprocom.

Y eso también cuenta para la zona Centro de la ciudad en donde todavía, después de décadas, no se ha solucionado el problema de la accesibilidad que tienen los usuarios a los comercios con estacionamientos y medios de transportes públicos.

Victoriano Suárez , representante de la coordinadora de Plataformas contra la Zona Azul y, concretamente, de la Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras y por la Acción Ciudadana, lo primero que destaca es que «esperamos que no se trate de una maniobra y que no sea la única medida la de la supresión de 800 plazas la que se va a tomar».

Todavía recuerda la ampliación de la Zona Azul en 3.500 plazas que en su opinión se llevó a cabo de una forma que no se ajustaba a la normativa, y a la que se oponen «totalmente». Partiendo de la base de que la Zona Azul se ha implantado con un criterio mercantilista —«y una prueba de ello es que la máquina expendedora no devuelve el cambio»— y de que pueda parecer que la plataforma se opone totalmente a esta forma de regular el estacionamiento en superficie por el nombre que tiene, lo cierto y verdad es que no la descarta pero integrada con otras medidas y en función de las zonas , «desde luego lo menos costosas posibles y sin la finalidad de ganar dinero».