Primera decisión del alcalde Espadas: decidir qué concejales no cobran

Según la citada Ley, que entra en vigor a partir del próximo día 30 de junio en Sevilla gracias a que Zoido sí cumplió con las medidas de estabilidad presupuestaria —en caso contrario tendría que haberse aplicado antes—, «en los ayuntamientos de municipios con población comprendida entre 500.001 y 700.000 habitantes, los miembros que podrán prestar sus servicios en régimen de dedicación exclusiva no excederá de veintidós». Hay nueve concejales que no podrán cobrar. Que tendrán que trabajar en la calle. Este reparto lo tiene que aprobar el nuevo gobierno.

Esos nueve miembros de la corporación sin sueldo saldrán, en todo caso, de la oposición. Los componentes del gobierno municipal sí tienen asegurada la liberación y se dedicarán exclusivamente a sus tareas recibiendo sus ingresos del Ayuntamiento. Ahora habrá que ver cómo se asignan los puestos sin ingresos entre el resto de grupos. Algunas fuentes municipales hablan incluso de la existencia de un posible pacto oculto del PSOE con los dos partidos que le han dado el poder, Participa Sevilla e IU, aunque los implicados lo niegan rotundamente. Lo cierto es que el primero tiene tres ediles, mientras que el segundo cuenta con dos. Si todos ellos cobran del Ayuntamiento, sumados a los once socialistas darán 16 y sólo quedarán sueldos para seis más, que se tendrán que decidir entre los 15 que suman los otros dos partidos, doce el PP y tres Ciudadanos.

Podría darse el caso de que la fuerza ganadora, el PP, fuera la que menos porcentaje de concejales liberados tuviera en la corporación, lo que debilitará claramente su acción de oposición. También es cierto que es la lista que más independientes incluye, por lo que no habrá problemas para la mayor parte de sus componentes en incorporarse a sus puestos de trabajo fuera del Ayuntamiento. Pero la dedicación de los ediles para llevar a cabo el trabajo de fiscalización del gobierno se verá mermada. Y eso sin contar con las tensiones que pueden darse dentro del grupo municipal a la hora de designar a los que finalmente obtengan la dedicación exclusiva.

Pero las dificultades también serán muchas en las filas del gobierno con la nueva Ley, ya que otra de las medidas obligatorias es la reducción drástica de eventuales. El texto señala que «los ayuntamientos de municipios con población superior a 500.000 habitantes podrán incluir en sus plantillas puestos de trabajo de personal eventual por un número que no podrá exceder al 0,7 por ciento del número total de puestos de trabajo de la plantilla de las respectivas Entidades Locales, considerando, a estos efectos, los entes que tengan la consideración de Administración pública en el marco del Sistema Europeo de Cuentas». Es decir, se incluye la plantilla de las empresas municipales.

El Ayuntamiento de Sevilla tiene una plantilla de 5.600 empleados, por lo que la tasa máxima de eventuales que podrá contratar la nueva corporación será de 40 personas. Juan Espadas tendrá que hacer bastantes nombramientos de funcionarios al frente de los organismos municipales, mientras que los grupos políticos, que en este mandato además se han ampliado a cinco, apenas podrán contar con dos asesores cada uno como mucho. Los cargos de confianza en las delegaciones, por tanto, estarán escogidos. Y encima el PSOE cuenta con una imposición de Participa Sevilla: no se puede superar el triple del salario mínimo. Con tantos requisitos, la primera faena del alcalde será dura. Seguro.