Fallece Joaquín Gómez Padilla, fundador del bar El Tremendo de Pío XII

Situado en la calle Previsión, 10, en la Huerta del Hierro, en pleno barrio de la Macarena -cercano a La Barzola y cerca de la Cruz Roja de Capuchinos,, Joaquín Gómez Padilla abiró este establecimiento en una época en la que el barrio estaba lleno de trabajadores y profesionales: bloques de tres o cuatro plantas a lo sumo y pequeñas casas que hoy son la envidia de muchos promotores inmobiliarios.

Ahí, El Tremendo de Pío XII -como se le conoce popularmente para diferenciarlo del Tremendo de Santa Catalina- arraigó de tal manera que hoy no se concibe esta polulosa zona de la ciudad sin el bar.

Joaquín Gómez Padilla no sólo lo fundó sino que se convirtió en uno de los taberneros por excelencia de Sevilla. Sus secretos estaban a la vista de los parroquianos cada día: una cerveza extraordinaria y los caracoles en temporada. Con el paso de los años este establecimiento fue adquiriendo fama por su lista de tapas de una calidad excepcional.

El local sigue manteniendo ese aire de taberna de mediados del siglo pasado: un mostrador amplio con barra de madera en «ele» y un expositor espacioso, claro y luminoso en el que puede verse el género desde que uno entra por la puerta. Y junto a ello, el tirador de cerveza de los que ya no quedan sino los recuerdos, de grifo.

Una vez jubilado, el bar comenzó a regentarlo José Cruz, uno de sus empleados y hombres de confianza, que con el tiempo fue conocido como Pepito el del Tremendo. Joaquín estaba casado con Carmen Almansa Riquel y era padre de dos hijos, Joaquín y Carmen, actuales propietarios del establecimiento, que se lo tienen arrendado al citado José Cruz. Este jueves, a las 20 horas en la capilla del Colegio Portaceli, tendrá lugar una misa por su eterno descanso.