La corrupción podría hacer saltar la lista de IU hasta la hija de Torrijos

El otrora todopoderoso de IU llegó a las elecciones de mayo de 2011 imputado por el caso de la venta del suelo de Mercasevilla. Luego fue imputado también por el desvío de un millón de euros «para fines particulares o partidistas» en la Fundación DeSevilla. En noviembre del año pasado fue procesado por Mercasevilla y tuvo que dimitir. Desde entonces a esta situación procesal hay que añadir la petición de dos años de cárcel por parte de la Fiscalía y la nueva imputación en el caso Enredadera con la imposición de una fianza civil de 500.000 euros. El gran referente de IU en Sevilla hace apenas cuatro años ha tenido que darse de baja hace unos días en el partido.

La antigua presidenta del comité de empresa de la tabaquera sevillana, fichada para IU como líder sindical, es la única que queda en su puesto. Pero tampoco está libre de la duda. Salió absuelta del caso Foxá, en el que llegó a sentarse en el banquillo, pero ahora la Fiscalía ha pedido que se investigue el ERE de Altadis que ella firmó y por el que recibió una póliza de prejubilación que no declaró en el Ayuntamiento. La juez Alaya aún no se ha pronunciado.

Su imputación por fraude y cohecho en la trama de mordidas de Fitonovo lo ha llevado al abismo político. El fiscal también le pidió medio millón de euros de fianza civil. El partido le exige su salida. Si se va, la línea roja de IU se situará en la imputación, no en el procesamiento. Y eso afecta directamente a otros que le suceden en la lista.

No tiene ninguna relación con la corrupción, pero fue trabajadora en la Fundación DeSevilla, donde el juez investiga el pago de un «impuesto revolucionario» al partido por parte de los empleados. Fuentes internas aseguran que renunciará a su acta.

Está imputado por el desvío de un millón de euros en la Fundación DeSevilla. Si el partido obliga a García a irse por su imputación, Vázquez tampoco podrá sucederle.

Es la primera de la lista sin vinculación con escándalos, pero fuentes del partido también sostienen que podría renunciar.

Fue condenado por agredir a un policía en una manifestación de Astilleros. En la situación actual, lo más probable es que el partido lo descarte.

Es la octava de la lista, no tiene mácula judicial y no estaría dispuesta a renunciar. Ahí podría parar la sangría de IU a apenas seis meses de unas elecciones municipales a las que concurrirá con Ganemos, tal vez para disfrazar la relación de esta formación con la corrupción.