La Junta dragará... el Guadiana

Los proyectos de dragado del Guadiana y el Guadalquivir son diferentes, pero coinciden en su objetivo: mejorar la navegabilidad de esos ríos para garantizar la economía de su entorno.

En el caso del Guadiana, la Consejería de Fomento que dirige Elena Cortés (IU), defiende que el dragado mejorará la navegabilidad de los barcos pesqueros y fomentará el turismo naútico y favorecerá el mantenimiento de 1.600 empleos directos e indirectos en los sectores pesquero, náutico-recreativo y de transporte de pasajeros.

Por contra, el proyecto del Guadalquivir, que permitiría el acceso de barcos de mayor calado y con capacidad para transportar mucha más mercancías favoreciendo el desarrollo de un puerto del que dependen 12.000 empleos, sigue generando recelos de la administración autonómica, en este caso de la Consejería de Medio Ambiente.

Además, si el dragado del Guadalquivir está muy condicionado por su posible afección a los cultivos de arroz, a Doñana y a cómo la profundización que plantea podría empeorar el mal estado de las aguas del estuario, el del Guadiana también ha encontrado reticencias por parte de agrupaciones ecologistas. Desde hace años está sobre la mesa la propuesta de creación de un Parque Natural Internacional del Baix/Bajo Guadiana.

Por lo que respecta al dragado en sí, mientras el del Guadalquivir plantea profundizar hasta 1,5 metros en zonas puntuales del canal de navegación para lograr que entren barcos de un calado máximo de 8 metros, el del Guadiana se centra en la barra del río, donde pretende restituir los calados originales por lo que dragará hasta 3,5 metros para asegurar el acceso y la navegabilidad de las flotas pesquera y deportiva.

Las diferencias económicas también son sustanciales. Profundizar el calado del canal del Guadalquivir costará 40 millones de euros, mientras que el del Guadiana, financiado también con fondos Feder, prevé una inversión de 1,2 millones de euros.