Carcaño: un crimen, cinco años, ocho versiones

Pero no fue la definitiva. Hace unas semanas, el preso volvió a señalar otra zona de escombros a los policías, aunque esta vez en Camas . Lo hizo una vez resultó fallido el rastreo en La Rinconada. Con esta última explicación de la muerte sí que los investigadores han mostrado una confianza inusitada. Y parece, a tenor del hallazgo de este lunes, que estaban en lo cierto.

La última versión conocida que trasladó el condenado desde la cárcel en varias entrevistas a los agentes, la de Majaloba, tuvo mucho respaldo de los investigadores . De hecho, de la misma se derivaron varias excarcelaciones de Carcaño para repasar la zona donde supuestamente dieron sepultura al cadáver y hasta dos búsquedas con toda su correspondiente repercusión mediática en esa finca en verano y luego en octubre, una vez recogido el maíz de una amplia zona. Se excavaron cientos de zanjas, se realizó un mapa del subsuelo con un georradar y otro desde un helicóptero con cámaras térmicas, se llevó al asesino a la finca... pero nada. Sin rastro del cuerpo. El propio condenado no acertaba a definir el lugar exacto y no hubo hallazgo, para desesperación de la familia. De hecho, cuando ahora ha señalado los terrenos de Camas lo ha explicado a los agentes como una «rectificación» de aquel «recuerdo» de los escombros que situó hace unos meses en Majaloba.

Todo ello puede haber devuelto las cosas al escenario habitual, el de la incredulidad ante las afirmaciones del reo. Porque la de Majaloba es la séptima versión del principal implicado. ¿Por qué ahora iba a decir la verdad? En la primera de sus versiones , Carcaño aseguró que dejó a Marta en su domicilio la tarde de su desaparición y negó cualquier vínculo con el crimen . Poco después, ya detenido, el joven situó la desaparición del cuerpo en un puente del Guadalquivir donde los tres amigos implicados, él mismo, Javier García «el Cuco» y Samuel Benítez , situaron el punto desde el que lanzaron el cadáver al agua, donde un enorme dispositivo de fuerzas de seguridad estuvo semanas buscando. En esa segunda versión el único condenado por el asesinato ya sí dijo que había matado a la joven con un cenicero .

Luego, en una nueva vuelta de tuerca, Carcaño negó la autoría del crimen y culpó a El Cuco, diciendo que ambos arrojaron el cadáver a un contenedor de basuras y de ahí sería trasladado hasta el vertedero de Sevilla. Esta versión provocó la búsqueda del cuerpo en el vertedero , en Alcalá. Tras buscar sin éxito en la basura, Carcaño ofreció su cuarta versión de los hechos, a la que las partes dieron la mayor credibilidad pero que los jueces de la Audiencia de Sevilla rechazaron; en ella, el joven encarcelado afirmó que tras consumir drogas y alcohol con El Cuco, ambos asesinaron a Marta tras violarla y asfixiarla con un cable . La violenta agresión se produjo tras rechazar la menor un beso de Carcaño, según esa nueva narración.

Después, Carcaño volvió al testimonio del golpe con el cenicero y negó haber violado a Marta. Tras el ataque, Samuel y El Cuco se deshicieron del cuerpo supuestamente al arrojarlo al Guadalquivir, según expuso entonces. Esa versión estuvo cargada de contradicciones y provocó que hasta dos abogados renunciaran a la defensa del acusado. Ya en su sexta versión, Carcaño incluyó que mató a Marta tras discutir por la relación que mantenían . Repitió que había golpeado a Marta con un cenicero y a continuación Samuel Benítez y El Cuco trasladaron su cuerpo mientras él limpiaba las huellas del crimen en su domicilio de la calle León XIII. Carcaño dijo que desconocía dónde ocultaron el cuerpo. Y en la séptima, Majaloba , con la supuesta autoría caragda sobre su hermanastro Delgado.

¿Qué pasó en el domicilio de Carcaño? ¿Qué ocurrió aquella noche? ¿Qué es verdad y qué mentira? Hasta la fecha, y ya van cinco años, tanta versión contradictoria o tanto silencio han terminado por sepultar la verdad del caso. El hallazgo de unos huesos en la escombrera de Camas puede ser el final de la tortura. En las próximas horas se podrá comprobar.