UN «REFERENTE NACIONAL» SEGÚN LAS FUERZAS DE SEGURIDAD
El movimiento okupa, el que más ha crecido entre los grupos radicales
Las corralas, nueva modalidad entre las ocupaciones ilegales, se extienden por Sevilla; Policía y Guardia Civil investigan las conexiones entre okupas, 15M, el SAT y la izquierda «abertzale»
El movimiento okupa, el que más ha crecido entre los grupos radicales
En su vigilancia de grupos ultras en la capital andaluza, que vienen presentando un repunte, Policía Nacional y Guardia Civil coinciden principalmente en dos cuestiones. La primera, la mayor presencia e importancia de la ultraizquierda frente a una extrema derecha «que más o menos se ... mantiene en un porcentaje residual» y casi siempre vinculada al ámbito universitario. La segunda, que dentro de esa amplísima amalgama que conforman las organizaciones de ultraizquierda, el movimiento okupa es el que más ha crecido y evolucionado en los últimos años, incorporando modelos de actuación procedentes del norte de España que funcionan ya muy bien en Sevilla.
De hecho, para los responsables de seguridad el movimiento okupa de Sevilla «es un referente en el ámbito nacional» junto con el de Barcelona e incluso por delante de Madrid. Basta comprobar cómo han ido surgiendo las famosas corralas —hasta el término en sí se ha trasladado desde el norte—, bloques de viviendas vacías que han sido ocupados de manera ilegal y que iniciaron su despegue con la Corrala Utopía, en San Lázaro. A mediados de mayo de 2012, en una acción absolutamente preparada, organizada e incluso cubierta con responsables de comunicación y página web, una veintena de familias entraba en pisos que llevaban meses vacíos tras quebrar la promotora y que son propiedad de Ibercaja, que ahora pretende que se ejecuten los mandatos judiciales que obligan a las familias a marcharse.
Con el paso de las semanas, elementos más «políticos», y que dirigieron la operación desde la sombra, fueron apareciendo y tomando la voz cantante, especialmente en busca del choque con el propio Ayuntamiento, del PP, ante el que fueron sumando ruidosas protestas públicas. Tanto que han surgido disidencias en la propia Utopía de familias -ahora son ya el doble- que se sienten usadas para fines partidistas y que consideran que el movimiento se ha desvirtuado.
Primero la ciudad, luego la provincia
El modelo de Utopía, con todo, ha avanzado. Con la cobertura jurídica del 15M —que tiene un área específica de vivienda— y el apoyo de entidades antidesahucios, ese modelo de ocupación se ha ido implantando desde la Macarena a otros puntos y ya cuenta casi con una «red de corralas». En la capital son cinco, incluyendo ya una en Triana y otra en El Cerro. Ya no se trata sólo de un fenómeno localizado en los habituales feudos de extremistas. Y de ahí, salto a la provincia: Alcalá de Guadaíra, El Viso del Alcor, Mairena del Alcor, Tocina y Villanueva del Río y Minas. Y va a más. Con el respaldo, además, de formaciones como IU, que ahora también lidera la Consejería de Fomento con las competencias en vivienda y que viene dando calor a estos colectivos bajo el argumento del innegable problema con la vivienda.
Sólo una parte de los okupas son considerados «ultras» o antisistema por las fuerzas de seguridad, que analizan las relaciones de este colectivo con otros del mismo sesgo. Los responsables de seguridad manejan una cifra de unas 300 personas dentro de las plataformas de afectados por las hipotecas. Pero, además, entre grupos relacionados y meros simpatizantes, habría ya alrededor de un millar de personas estrictamente ligadas en Sevilla al colectivo okupa.
Diferencian las fuerzas de seguridad entre afectados directamente por el problema de la hipoteca, simpatizantes, y, por último, quienes están integrados abiertamente en grupos activistas en un espectro de la izquierda más o menos radical, de los que habría «fichadas» unas 20 organizaciones de muy diversa vocación. Esos activistas están presentes tanto en las ocupaciones como en protestas del 15M y hasta en concentraciones de estudiantes.
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