Más de 12.500 estudiantes en Sevilla se juegan esta semana estudiar lo que quieren

Son unos exámenes que casi todos los estudiantes aprueban. El pasado año el porcentaje de aprobados en Sevilla superó el 95 por ciento. Sin embargo el temor de la mayoría de los estudiantes no está en superar el examen sino en no alcanzar la nota para ser admitidos en la titulación que han solicitado en primera opción y no tener que estudiar otro grado que no les convence. Porque como la oferta de plazas es inferior a la demanda en muchas titulaciones, la fórmula para seleccionar a los estudiantes que las universidades admiten es la nota de corte. Y en los grados más demandados esas notas son a veces muy altas. El pasado curso en Sevilla, entre la Universidad de Sevilla y la Pablo de Olavide hubo 21 titulaciones en las que la nota de corte estaba por encima de 13 sobre 14.

ABC ha hablado con cuatro de esos estudiantes que se la juegan a partir de este martes. Aunque cada uno lo lleva a su manera, sobre todo en función del grado que desean estudiar y de la nota que les pidan, todos se han apuntado a un curso intensivo para prepararse mejor. Pese a que la mayoría de colegios e institutos siguen dando clases cuando acaba el curso para seguir repasando, apuntarse a intensivos se ha hecho tendencia. Y casi todos coinciden en que las más temidas son materias troncales como Lengua o Historia.

Para la asignatura de Historia casi todos se saben el truco: elegir uno de los dos siglos que entran en el bloque temático (el XIX o el XX). Y saberse a fondo Primo de Rivera ya que la dictadura del general cae todos los años en el examen. Este año tiene muchas probabilidades si se tiene en cuenta que en 2023 se cumple un siglo de la fecha del golpe de estado, ocurrido en 1923.

En cuanto al formato, la Selectividad seguirá el mismo modelo simplificado que se implantó en 2020 cuando por la pandemia el curso es interrumpió y los alumnos tuvieron que seguir estudiando de forma virtual. Pese a que el Gobierno inició los trámites para su reforma, debatió con las comunidades autónomas e incluso presentó un nuevo modelo que incluía una prueba de madurez, la convocatoria anticipada de elecciones provocó que la reforma se quedara paralizada. Eso significa que con la incertidumbre de los resultados electorales y ante la posibilidad de un cambio de gobierno, las pruebas de acceso y admisión a la universidad seguirán por un tiempo indeterminado con el mismo modelo.

Será una Selectividad en la que este año habrá más estudiantes que en años anteriores. Está previsto que se examinen 12.532 alumnos entre los que 11.063 de la Universidad de Sevilla y los 1.469 de la Pablo de Olavide. Eso supone que son algunos más de los 11.908 del pasado año.

Las pruebas comenzarán el martes a las 8.30 con Lengua Castellana y Literatura. A las 11 tocará Historia de España y a las 13 30 Lengua Extranjera. El martes seguirán con asignaturas de modalidad como Fundamentos del Arte II, Latín II, Matemáticas II, Griego II Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales, Física e Historia de la Filosofía. El ultimo día tendrán lugar los exámenes de la fase de admisión (para subir nota) en la que los estudiantes pueden elegir hasta cuatro materias de modalidad aunque sólo puntúan las dos con mejor nota. Este año es la UPO la que organiza y ha dispuesto una sala de descanso para familiares y atención psicoemocional para los que se pongan muy nerviosos.

A Clara Cabello, estudiante del Bachillerato de Salud de 18 años que ha sacado un 9,76 de media en el colegio Portaceli y que ha hecho un intensivo para prepararse mejor la prueba, le gusta la investigación médica. Por eso quiere estudiar Bioquímica, una titulación que el pasado curso pidió un 12,3 en la última adjudicación. «Creo que tengo opciones de entrar. Es de las más bajas de salud», dice admitiendo que, en cualquier caso no es una nota baja. Aunque lo parezca si se compara con Medicina. Clara estudia todas las mañanas de 8 a 2.30 y por las tardes d 4 a 9 en la biblioteca. De momento no está nerviosa aunque igual los nervios llegan al final. «En algún momento te agobias, pero luego te desagobias», dice. ¿La asignatura que más teme? Historia porque ha sido la que más le ha costado. «Es a la que más horas le he dedicado», confiesa. Ella como muchos se sabe el truco. Elegir un siglo, en su caso el XIX, y luego estudiarse Primo de Rivera que cae fijo. «La mayoría nos estamos centrando en las asignaturas específicas que son las que más ponderan». Cuando acabe se irá a Mallorca con su clase.

A sus 17 años Noé Hidalgo, que ha sacado un 7,9 en el Bachillerato de Sociales en el colegio Aljarafe le gustaría estudiar una carrera relacionada con la economía y el mundo del emprendimiento. Baraja Marketing e Investigación de mercado en la Universidad de Sevilla, una opción que cree posible con su media de Bachillerato haciendo una muy buena Selectividad, sobre todo en matemáticas. Su plan b sería Administración de Empresas, también en la US, a la que llegaría fácilmente con una «Selectividad normal». Está apuntado a un intensivo de por la mañana (de 8 de la mañana a 2 de la tarde), lo que le sirve para dedicarle tiempo a asignaturas como Matemáticas o Inglés. Y luego en casa dedica más tiempo a materias de teoría como Historia, Geografía, Economía o Lengua. Es decir, que además del tiempo que pasa en la academia cada tarde echa unas tres horas de estudio. «No estoy nervioso, estoy bastante tranquilo porque los exámenes nunca han sido algo que me incomoden y los llevo con tranquilidad porque confío en mí mismo», dice. La asignatura que más teme es Lengua, porque depende de prácticas subjetivas. «Con un texto que no entiendas o una palabra que no entiendas su significado o una oración enrevesada te pueden quita puntos», explica. Cuando acabe los exámenes se irá a Albufeira con un grupo de amigos.

Javier Hernández-Vaquero tiene 17 años y ha sacado un 8,6 en el Bachillerato Tecnológico del instituto Herrera y quiere estudiar Ingeniería Informática y del Software, una titulación en la que espera entrar. «Me gusta la informática y programar», dice. ¿Cuantas horas estudia? No lo cuenta sino que procura «hacer todo lo que pueda» descansando cada hora y media y con la ayuda de un curso intensivo. Por eso parece estar tranquilo. «Por lo que he visto en la academia voy bastante preparado y tengo buena base», afirma. Por eso es sincero: «No me he planteado no llegar a la nota aunque he mirado otras cosas por si hay otra carrera que me gusta más». Cuando acabe los exámenes se marchará a Albufeira.

A sus 17 años, Ángela Díaz Ortiz que ha sacado un 10 en el Bachillerato de Salud de Los Salesianos de Utrera no lo tiene claro. Probablemente la primera opción que ponga sea Medicina pero Farmacia también le atrae. «Estoy un poco perdida. Cuando haga la Selectividad me voy a tomar unos días para pensar antes de hacer la preinscripción y arrepentirme», dice insistiendo en que no lo tiene claro, La química le gusta más que otra cosa y no se ve trabajando de médico sino en un laboratorio. «Estoy muy tranquila porque llevo todo el año estudiando y solo tengo que repasar», explica. En cualquier caso, está haciendo un curso intensivo, estudia diez horas al día y Lengua es la asignatura a la que más tiempo dedica. De Historia prefiere el siglo XIX y del XX se estudiará Primo de Rivera porque siempre toca. Se irá a una casa rural con sus amigos cuando acabe.