Un tratamiento experimental cura el cáncer a un hombre al que le daban un año de vida

Un tipo de tumor raro y muy agresivo que acelera la creación y el crecimiento de las células de los conductos biliares, los canales que conectan el hígado, la vesícula y el intestino delgado y que liberan la bilis que contribuye a la digestión de las grasas.

También es conocido como cáncer del tracto biliar, y no goza de una alta tasa de supervivencia. De hecho, a Glynn le vaticinaron que apenas le quedaba un año de vida.

Cuando le fue detectado, los tumores eran de un tamaño demasiado grande y se habían extendido, lo que hacía imposible intervenir.

Todo cambió cuando aceptó unirse a un ensayo clínico experimental para el que era el candidato idóneo, al tener su tumor una alta carga de mutación que, pensaron los médicos, le hacía sensible a inmunoterapia combinada con quimio, en un estudio que se basa en la medicina personalizada; es decir, la de ajustar las dosis y las características a casos concretos.

El fármaco inmunológico empleado para el tratamiento no ha sido hecho público debido a que se trata de un proceso experimental y las normas no le permiten, aunque sí se sabe que se ha empleado en otros casos de tumores de pulmón, esófago y de riñón.

El fármaco redujo los tumores y finalmente Glynn pudo pasar por el quirófano para que estos fueran extraídos de su organismo. Para sorpresa de los médicos, los tejidos cancerosos que le quitaron estaban muertos, lo que significa que el tratamiento no sólo hizo posible la operación sino que además le dejó libre de cáncer, convirtiendo ese inicial año de vida en un futuro sin fecha de caducidad conocida, en el que es uno de los grandes triunfos de la ciencia y la medicina en este pasado año.