Tinnitus, anafilaxia, hipoestesia y parestesia: estos son los nuevos efectos secundarios de las vacunas Covid

BA.4 y BA.5, las descendientes de Ómicron, son las más virulentas descubiertas hasta el momento, haciendo más posible la infección en aquellos lugares donde hasta hace poco era muy poco probable, incluso al aire libre. Estas se han hecho dominantes en buena parte de los países del mundo, también en España.

Contra ellas se están desarrollando actualmente numerosas vacunas, incluida la española Hipra, cuyos creadores aseguran que será efectiva contra las subvariantes de Ómicron. Pero hasta que sean aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), hay que seguir recurriendo a las ya existentes y que tantas vidas han salvado desde que se empezaron a inocular.

No obstante, y como sucede con cualquier producto sanitario, las vacunas tienen efectos secundarios. Bien es cierto que en la mayoría de ocasiones no pasan a mayores, más allá de los habituales dolores de cabeza o malestar general del primer día, pero hay casos en los que su impacto puede causar contratiempos considerables.

En España, se han inyectado 102.480.101 dosis de vacunas frente al Covid, que corresponden a un total de 41.243.255 personas que han recibido al menos una dosis, según informa el último informe de Farmacovigilancia difundido por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). En esta publicación se detalla que hasta el 10 de julio de 2022, se han realizado 75.978 notificaciones de acontecimientos adversos, lo que correspondería a 74 casos por cada 100.000 dosis administradas.

De este total, 13.369 fueron considerados graves, entendiéndose como tal, cualquier situación que requiera una hospitalización, dé lugar a una discapacidad significativa o ponga en peligro la vida o resulte mortal. Así pues, el estudio de la AEMPS recalca que el principal efecto secundario de las vacunas es la pirexia (fiebre), que se desarrolla entre un 19 y un 43% de los vacunados.

Sin embargo, el boletín destaca que se han dado otras consecuencias adversas por la inoculación contra el virus, tales como anafilaxia, tinnitus y parestesia o hipoestesia, especialmente en las dosis de AstraZeneca, Janssen y Novavax.

La anafilaxia consiste en una reacción alérgica grave producida por el organismo al entrar en contacto con un elemento no tolerado. Sus principales efectos se manifiestan en forma de taquicardias, enrojecimiento generalizado y dificultades respiratorias.

El tinnitus, también denominado como acúfeno, es un zumbido, timbre o silbido persistente en los oídos. El tinnitus, explica el organismo sanitario, no es una enfermedad, sino un síntoma derivado de un problema de salud que afecta a la audición o de un efecto adverso a un medicamento.

Por último, la parestesia es un trastorno de la sensibilidad que se presenta sin estímulo previo, como pueden ser el hormigueo, y aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, su principal incidencia es en brazos, manos, dedos, piernas y pies. La hipoestesia, en cambio, es una disminución de la sensibilidad de la piel.