Según el último informe al que ha tenido acceso el periódico británico The Independent, los síntomas más comunes de la enfermedad han cambiado.
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Dolor de garganta (57,3%)
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Nariz congestionada (57,8%)
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Secreción nasal (55,5%)
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Estornudos (52%)
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Tos sin flemas (50,7%)
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Dolor de cabeza (49,6%)
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Tos con flemas (47,3%)
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Voz ronca (41,4%)
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Dolor muscular (24,7%)
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Alteración del olfato (22,32%)
Más de la mitad de los contagiados presentaron dolor de garganta, congestión, secreción nasal, estornudos y tos; mientras que menos del 25% manifestaron dolor muscular o aleraciones en el olfato, algo que era muy frecuente al inicio de la pandemia.
Según explican desde ZOE, el SARS-CoV-2 está en constante evolución y sus síntomas han cambiado por varias razones. Las principales son las vacunas y la aparición de nuevas variantes.
Una mayor transmisibilidad
En España, el Ministerio de Sanidad asegura que la variante Ómicron es la dominante. En cuanto a la nueva subvariante de Ómicron (XBB), sus linajes se sitúan en el 14,1 % tal como indica el último informe hecho público.
Desde el ministerio recuerdan que el linaje XBB.1.5 procede evolutivamente de XBB.1 que, a su vez, procede de XBB, un linaje recombinante de dos linajes descendientes de BA.2. Este linaje presenta una capacidad de evadir la acción de los anticuerpos similar a la de XBB.1 y XBB, pero presenta una mayor capacidad de unión al receptor ACE2, lo que podría relacionarse con una mayor transmisibilidad en comparación con los linajes de los cuales procede.
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