El dolor crónico podría ser hereditario

Se define como dolor crónico a aquel dolor que «persiste o se repite durante meses y que tiene muchas causas diferentes que pueden hacer que sea difícil de diagnosticar y tratar». Si bien es cierto que los factores ambientales juegan un papel en estos cuatro tipos de dolor, los investigadores británicos aventuran que los genes podría ser responsables de hasta dos tercios de las posibilidades de que una persona desarrolle la enfermedad.

Los investigadores creen que aunque el dolor puede estar relacionado con otras enfermedades, se cree que está causado por problemas en el sistema nervioso , que envía señales de dolor al cerebro a pesar de que no hay daño tisular evidente. Por eso, los expertos están interesados comprender más sobre el dolor crónico con el fin de mejorar la calidad de vida de los millones de personas.

Desde hace tiempo se sospecha que algunas personas pueden tener una predisposición genética a padecer dolor crónico, ya que muchos pacientes comparten síntomas similares y con frecuencia tienen más de uno de los diferentes tipos de dolor crónico. Lo que ahora ha hecho del King College es estudiar una serie de gemelos, idénticos o no, porque proporcionan una grupo ideal para investigar y comparar los genes heredados. (Los gemelos idénticos comparten el mismo ADN , mientras que los no idénticos no los comparten).

El estudio, uno de los primeros en examinar el papel de los factores genéticos y ambientales en los vínculos entre los diferentes síndromes de dolor crónico , sugiere, señala su autor, Frances Williams, que el «dolor crónico puede ser hereditario». Y añade: «estos resultados podrían conducir a terapias que pueden cambiar la vida de aquellos que sufren de dolor crónico».

Lo cierto es que abordaje del dolor representa alrededor del 3% del PIB (Producto Interior Bruto) en Europa, lo que supone más de 33.000 millones de euros al año. Según la doctora Concha Pérez, jefa de la Unidad de Dolor del Hospital Universitario La Princesa, de Madrid , «los costes globales de este problema sanitario son equiparables a los del cáncer o a los de las enfermedades cardiovasculares ». Además, el 40% de las incapacidades laborales son consecuencia del dolor.

El dolor crónico puede llegar a alcanzar a un cuarto de la población adulta mundial. A este respecto, Javier de Andrés, del Complejo Hospitalario de Toledo y presidente del Comité Organizador del XI Congreso Nacional de la Sociedad Española del Dolor señala que «este problema de salud afecta al 20% de los españoles, y alrededor de un 6% lo sufre de una manera intensa».