¿Es posible una vacuna frente al VIH/sida?
Desde laidentificación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) como causa delsida en el año 1983, el principal avance médico ha sido el
ABCsalud
Felipe García y Josep Mª Gatell, del Programa HIVACAT, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clinic-IDIBAPDS (Barcelona), repasan, con motivo de los 30 años de VIH/sida, las "luces y las sombras" en la búsqueda de una vacuna preventiva contra esta epidemia que ya afecta a más de 34 millones de personas y que ha causado la muerte a cerca de 30 millones.
Desde la identificación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) como causa del sida en el año 1983, el principal avance médico ha sido el tratamiento antirretroviral de alta eficacia a partir del año 1996. Los fármacos antirretrovirales no erradican el virus, pero controlan su ... replicación. La respuesta al tratamiento, en la mayoría de los casos, es buena y ello hace que la esperanza y la calidad de vida se acerque cada vez más a la de la población general. Pero, ante la imposibilidad, por el momento, de erradicar el virus y la incapacidad de nuestro sistema inmunitario, por si solo, de controlar ni siquiera un nivel residual de infección, el precio a pagar es un tratamiento de por vida.
La epidemia sigue extendiéndose al mismo ritmo que hace 10 o 20 años, tanto en los países en vías de desarrollo como en el mundo occidental. Se producen cerca de 3 millones de nuevas infecciones cada año en el mundo y más de 3.000 en España. Se trata de una enfermedad de transmisión sexual y las medidas clásicas tendentes a evitar la exposición al virus y el eventual contagio solo han funcionado parcialmente. Las vacunas preventivas (con una eficacia superior al 80-90%) son los instrumentos más eficaces para controlar las enfermedades infecciosas y, eventualmente, incluso erradicarlas del planeta como ha sido el caso de la viruela. Disponemos de vacunas preventivas muy eficaces frente a muchas enfermedades infecciosas (viruela, poliomielitis, gripe, sarampión, rubéola, hepatitis B o papilomavirus entre otras), pero hemos tenido poco éxito frente a otros virus como herpes simple, citomegalovirus o el VIH. La elevada tasa de replicación del VIH (en una persona infectada que no recibe antirretrovirales se producen más de un billón de nuevos virus cada día), y los errores espontáneos de copia cuando se duplica el material genético explican que el virus se pueda evadir con relativa facilidad de los antirretrovirales (creando resistencias a los fármacos) y de la presión del nuestro sistema inmune (vacunas).
Tipos de vacunas
Tradicionalmente se han utilizado vacunas preventivas basadas en el mismo microorganismo que causa la infeccion natural, pero atenuado mediante procedimientos de laboratorio. Estas vacunas son muy inmunogénicas (eficaces) porque imitan a la infección natural tanto en la producción de células asesinas capaces de eliminar otras células infectadas (respuesta celular) como anticuerpos neutralizantes (respuesta humoral). El resultado es la inducción de inmunidad (defensas) de por vida después de una o dos dosis generalmente administradas durante la infancia. Sin embargo, las vacunas preventivas que utilizan microorganismos inactivados (muertos) o subcomponentes de los mismos imitan peor la infección natural. La administración de estas vacunas suele inducir solo una respuesta humoral (anticuerpos neutralizantes). Además, suelen requerirse dosis de recuerdo de forma periódica para mantener las concentraciones adecuadas de anticuerpos neutralizantes. Por último, hay que utilizarlas combinadas con adyuvantes, como las sales de aluminio, para incrementar la respuesta que a veces es relativamente pobre. Incluso con estas limitaciones, funcionan bien como en el caso de la gripe o la hepatitis B. Algunas de estas estrategias tradicionales no se pueden utilizar para el caso del VIH. Las vacunas con virus atenuados están prohibidas en humanos, ya que el virus de la inmunodeficiencia del simio (VIS) altamente atenuado que protegía a macacos adultos de infección por VIH producía sida en macacos neonatos y, además, algunos los macacos adultos también desarrollaron sida posteriormente. Las vacunas con VIH inactivados han dado resultados nulos en ensayos clínicos. Otras aproximaciones como vacunar con subunidades de VIH se han intentado, sin embargo los resultados de los ensayos clínicos en fase I/II también han sido desalentadores.
30 candidatos
La situación actual la podríamos resumir así: Se están evaluando más de 30 candidatos a vacunas preventivas para el VIH respecto a su inmunogenicidad y seguridad en estudios fase I o fases I-II. Solo 3 candidatos han entrado en ensayos en fase III. Estos ensayos fase III han intentado examinar la eficacia de la vacuna preventiva del VIH en poblaciones de alto riesgo de contagio. Los resultados de los 2 primeros no mostraron diferencias significativas en la tasa de infecciones por el VIH entre el grupo que recibió la potencial vacuna y los que recibieron un placebo (una sustancia inerte). En un tercer ensayo, con una combinación del vector viral canarypox (ALVAC) y una parte de la envoltura del VIH (AIDSVAX B/E), se intentaba estimular tanto la respuesta humoral (anticuerpos) como la celular y se ha conseguido una eficacia (capacidad de protección) de solo el 31%. Estos últimos resultados abren esperanzas de que sea posible encontrar una vacuna preventiva, pero plantean la necesidad de desarrollar nuevas estrategias como pudieran ser las vacunas de virus recombinantes combinadas con moléculas capaces de estimular anticuerpos neutralizantes de amplio espectro en sangre y mucosas (rectal y vaginal).
Las vacunas de virus recombinantes utilizan virus o bacterias atenuados como portadores de genes del VIH modificados. Esta información genética del VIH se incorpora al genoma del vector y se producen las proteínas del VIH. El huésped produce entonces respuestas inmunológicas contra estas proteínas del VIH. Entre los vectores utilizados, vaccinia Ankara modificado (MVA) ha mostrado que es capaz de inducir respuestas celulares VIH-específicas. Se ha demostrado que MVA es seguro en humanos y es el vector que se ha utilizado en el primer ensayo clínico de una vacuna preventiva en España. Los resultados han servido para conocer la proporción de voluntarios que responden a la vacuna, la magnitud de la respuesta y si esta respuesta es suficientemente amplia para ser eficaz. Sin embargo, con este ensayo no podremos saber si estas respuestas son capaces de evitar la infección natural.
Según la Global HIV/AIDS Vaccine Enterprise , la identificación de que tipo de vacuna inductora de respuestas celulares T o anticuerpos neutralizantes de amplio espectro sea más prometedora es una prioridad. Hoy sabemos que el desarrollo de una vacuna frente al VIH es una empresa científica llena de incertidumbres y dificultades debido a los mecanismos de adaptación y escape del VIH a la respuesta inmune y a la complejidad que reviste el desarrollo, aplicación y evaluación de los prototipos generados. Sabemos también que es necesario un esfuerzo sin precedentes a escala mundial que aborde este desafío.
Para paliar estas dificultades ha surgido la Global Vaccine Enterprise que tiene como objetivo fomentar y coordinar la investigación sobre vacunas contra el VIH/sida. En España, en el marco de la línea de vacunas de la Red Española de Investigación en Sida (RIS) y del programa HIVACAT en Cataluña y en colaboración con diversos grupos de Europa y EE.UU. estamos desarrollando varios candidatos a vacunas terapéuticas y preventivas para el VIH/sidaque han entrado o entraran en los próximos años en fase clínica. Si el resultado final no es una vacuna de alta eficacia, al menos habremos contribuido al esfuerzo global para encontrarla.
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