¿Hay suficiente dinero para mantener las actuales terapias para el cáncer en España?
Los oncólogos españoles denuncian «dificultades» en el uso de nuevas terapias contra el cáncer.
C. P. C.
Un informe presentado en octubre durante el Congreso Multidisciplinario del Cáncer alertaba sobre el coste de los tratamientos oncológicos en situaciones de crisis y señalaba que, en un escenario como el actual, «el coste global del tratamiento se está convirtiendo en algo insostenible para ... muchos países , incluso para aquellos más ricos».
El informe subrayaba que son precisamente los países más ricos los que no podrán aguantar el ritmo actual de gasto del tratamiento del cáncer, ni mucho menos los retos que se presentarán en el futuro. «Nos encontramos en una encrucijada en el tratamiento del cáncer: nuestras decisiones, o la negativa a tomarlas, pueden afectar a millones de personas. Podemos esconderos, mantener los dedos cruzados y esperar a que todo vaya bien, o tomar decisiones difíciles dentro de una responsabilidad social y un marco rentable y sostenible», dijo Richard Sullivan, del Kings College de Londres (Gran Bretaña), y coordinador de la comisión de 37 expertos que ha elaborado este exhaustivo análisis.
Hoy mismo, un documento del Instituto de Estudios Médico Científicos (INESME), en la que han participado 60 oncólogos de otros tantos hospitales españoles, incide en la misma idea. Según este documento, en el último año, el 81,7% de los oncólogos españoles asegura haber sufrido dificultades a la hora de tratar a sus pacientes, debido a una reducción o limitación en la disponibilidad de terapias oncológicas innovadoras.
Retrasos, pegas...
Las principales limitaciones a las que se refieren los profesionales son de tipo administrativo -así lo reconoce el 90% de los encuestados-, y están relacionadas con los retrasos o pegas que ponen las administraciones para autorizar un tratamiento , «sobre todo cuando éste no tiene una indicación perfectamente definida en su ficha técnica, son para uso compasivo o para una tercera o cuarta línea de tratamiento».
De acuerdo con el documento, las restricciones también están vinculadas a aquellos tratamientos de costes elevados. De hecho, el informe revela como se están introduciendo criterios de eficiencia «de forma muy rigurosa», llegando a modificar protocolos y guías hospitalarias.
Jesús Honorato, presidente de INESME, evita hacer comparaciones entre unas comunidades y otras, aunque matiza que «las limitaciones se están dando en muchas de ellas, algunas lo han dicho y lo han hecho, y otras no».
Desigualdad
Lo que sí refleja el estudio es la percepción de desigualdad entre comunidades en el acceso a estas nuevas terapias que tiene la mayoría de oncólogos (81%), e incluso hay un porcentaje importante (67%) que aseveran que estas diferencias existen entre diferentes hospitales de una misma autonomía, motivas por los diferentes criterios y decisiones de las Comisiones de Farmacia o Gerencias Hospitalarias.
Además, estas limitaciones no están castigando a todos los tumores por igual, como advierten los oncólogos preguntados, que han destacado al cáncer de pulmón como el «más afectado», por delante del de mama, el renal y el colorrectal. Las terapias innovadoras no están siendo el único área de la Oncología afectada por la crisis, ya que uno de cada tres encuestados reconoce que la detección precoz del cáncer mediante el uso de marcadores biológicos (36%) o la quimioprevención (38%) también están sufriendo limitaciones.
El estudio muestra también que las expectativas de futuro de la Oncología española no invitan al optimismo, ya que hasta un 91% de los encuestados asegura que estas limitaciones van a continuar en los próximos dos años, y más de la mitad incluso cuatro.
El problema de todo ello, según ha reconocido Honorato, es que esta situación «acaba repercutiendo en la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes». Cerca de la mitad de los oncólogos encuestados (46,7%) asegura que estas limitaciones afectan a la eficiencia del tratamiento oncológico, lo que mermará su calidad de vida (como avanza el 36,7% de estos profesionales) o su supervivencia (31%). De momento, el 78% de los oncólogos asevera que los pacientes que se ven más afectados por esta situación son las personas mayores o aquellos cuya enfermedad está más avanzada (93,3%).
Para la presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), Begoña Barragán, esta situación es «gravísima» porque «la vida de un ser humano vale lo mismo, da igual que tenga ocho años o 70». De hecho, ha lamentado que «si hubiera tenido cáncer ahora y no hace 10 años, quizá no hubiera recibido el mismo tratamiento. Los tratamientos contra el cáncer apenas representan un 2 por ciento del gasto total de la sanidad», asegura Barragán.
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