Retos en VIH y sida para los próximos años en España
Según datos de Onusida, a finales del 2010 había 34 millones de personas infectadas por el VIH en todo el mundo y se habían producido 2,7 millones de nuevas
Según datos de Onusida , a finales del 2010 había 34 millones de personas infectadas por el VIH en todo el mundo y se habían producido 2,7 millones de nuevas infecciones y 1,8 millones de muertes. Sin embargo, el tratamiento necesario para luchar ... contra el virus solamente llegaba al 47%, y si bien se han conseguido éxitos en algunas áreas en cuanto al control de la infección, ésta continua creciendo en Europa oriental y central, en Oceanía, Oriente Medio y África septentrional. Mientras, como recientemente denunció el Fondo Mundial para la Lucha contra la Malaria el Sida y la Tuberculosis, las ayudas económicas para hacerle frente se redujeron en un 10%.
Extender el tratamiento antirretroviral a todas las personas que lo necesiten es un reto que se han propuesto todas las organizaciones que trabajan en el ámbito del VIH y el sida. Sin embargo, en una situación de zozobra económica como la actual, y ante la llegada de un nuevo gobierno en España hay algunas cuestiones que no deberían olvidarse.
Infección sexual En primer lugar, según los últimos datos presentados casi el 80% de las infecciones se han producido por vía sexual. En este momento, el VIH en España es una enfermedad de transmisión sexual, así que la necesidad de la detección precoz es incuestionable . El diagnóstico precoz tiene el fin de reducir el número de personas a las que se les diagnostica la infección por VIH en un estadio avanzado. Se debería ofertar la prueba desde la asistencia primaria y sensibilizar y formar a los profesionales sanitarios, especialmente de atención primaria. Los últimos datos indican que el 45% de los diagnósticos realizados en España en 2010 fueron tardíos. Otro aspecto que se debería incluir en la agenda futura sería la cobertura del tratamiento universal, precoz y simplificada, con el objetivo de obtener un beneficio directo sobre la salud del paciente y en términos de salud pública en general
Además, se deberá potenciar la vigilancia epidemiológica, que será un instrumento clave para la estimación de recursos de todo tipo, presentes y futuros. Asimismo, se deberán diseñar estrategias, con la participación de los agentes sociales implicados, dirigidas a evitar la discriminación y estigmatización de los hombres que realizan sexo con hombres con VIH. Según el Ministerio de Sanidad, las nuevas infecciones de VIH entre hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres han aumentado casi un 6%, pasando de representar casi el 40% de las nuevas infecciones en 2009 a ser cerca del 46% en 2010.
También se deberán incrementar las intervenciones de prevención de la transmisión sexual del VIH en inmigrantes, especialmente en aquellos que se encuentran en situación de especial vulnerabilidad o exclusión, y desarrollar intervenciones dirigidas a fomentar conductas saludables en relación al VIH y a aumentar la percepción del riesgo teniendo en cuenta los condicionantes de género entre los colectivos de inmigrantes procedentes de sociedades con relaciones de género tradicionales.
Estigma y discriminación Otros temas que se deberían abordar son el establecimiento de acciones encaminadas a la lucha contra el estigma y la discriminación que experimentan las personas con VIH y las situaciones de discriminación a las que se ven expuestas tienen que ver fundamentalmente con una vulneración de los derechos humanos y garantizar una adecuada protección de las personas con VIH frente al estigma y la discriminación, fomentando la sensibilización e información, tanto a la población general como a los profesionales de las instituciones implicadas. Se deberán incluir objetivos de lucha contra el estigma y la discriminación de forma transversal en todos los programas de prevención y atención a personas con VIH.
Por último, habría que colaborar con las instituciones educativas para que desarrollen programas de promoción de los derechos humanos , la tolerancia y la solidaridad hacia las personas con VIH dentro del marco general de educación para la ciudadanía; fomentar, mediante la discusión e intercambio interdisciplinar e interinstitucional, la elaboración de recomendaciones y guías de buenas prácticas que respondan a las situaciones de discriminación identificadas; sensibilizar y colaborar con los medios de comunicación para que ofrezcan una imagen objetiva y digna del VIH y desarrollen actividades de sensibilización y concienciación de la población, y potenciar el apoyo institucional a las organizaciones ciudadanas que trabajan para reducir la discriminación por VIH y el sida.
Calidad asistencial Dentro de plan de salud deberá continuar aumentando la calidad asistencial elaborando guías de práctica clínica, documentos de recomendaciones y documentos de consenso, fomentando adecuadamente el seguimiento de las directrices. Además, se deberá conformar las consultas VIH de forma multidisciplinar con la ayuda de otros profesionales sanitarios que fomenten la adherencia a las medidas que reducen el riesgo de transmisión o adquisición del VIH. Y en cuanto a los tratamientos antirretrovirales, asegurar el acceso al tratamiento a todas las personas en igualdad de condiciones, intensificando las medidas de adherencia cuando sea necesario.
Finalmente, deberá promover la investigación sobre posibles limitaciones en el acceso de las mujeres con VIH a las distintas prestaciones del SNS debidas a condicionantes de género. Asimismo, se deberá mantener y potenciar el papel de la Fundación para la investigación y prevención del sida en España (FIPSE). FIPSE ha sido y es uno de los puntales de la investigación en nuestro país en sus aspectos básicos, clínicos, epidemiológicos, preventivos, económicos y sociales.
Enfermedades Infecciosas Para terminar, no hay que olvidar que las unidades de VIH, adscritas a las unidades, secciones o servicios de Enfermedades Infecciosas o a los servicios de Medicina Interna de los hospitales del Sistema Público de Salud, constituyen las unidades clínicas de referencia para la atención especializada de las personas con infección por el VIH. La formación hasta este momento de los profesionales que allí ejercen se ha realizado de una forma no reglada y voluntaria. España es uno de los pocos países de nuestro entorno que no tiene acreditada la especialidad en Enfermedades Infecciosas. En múltiples ocasiones ha llegado al final de las legislaturas sin que se haya tomado una determinación final de su reconocimiento. Creo que es una decisión que debe tomarse sin más dilación, no solo porque debemos asimilarnos a las naciones de nuestro entrono, sino porque es la manera de realizar una formación reglada integral y acometer sin traumas el recambio generacional de los profesionales que están dedicados a esta actividad.
Enrique Ortega. Presidente de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA)
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