Hallan una terapia eficaz para las infecciones hospitalarias
La identficación de una respuesta celular abre una vía para lograr una terapia para las infecciones hospitalarias.
ABCsalud
Los resultados de una investigación que se publica en Nature Medicine pueden ser una gran avance en la lucha contra las infecciones hospitalarias o nosocomiales. Los investigadores aseguran haber descubierto un mecanismo clave utilizado por las células intestinales para defenderse de las infecciones nosocomiales ... más frecuentes; dicho mecanismo podría servir para producir un posible terapia contra los efectos de las bacterias resistentes a los antibióticos.
Las infecciones hospitalarias son un grave problema de salud pública en todo el mundo. Se calcula que en España, cerca de 300.000 personas contraen cada año una infección nosocomial y casi 6.000 fallecen, según datos del Estudio de Infecciones Nosocomiales en España (Epine), que elabora cada año la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.
Los autores del trabajo que ahora se publica en Nature Medicine hicieron su descubrimiento mientras investigaban las respuestas celulares a dos potentes toxinas generadas por la bacteria clostridium difficile (que puede causar síntomas que van desde la diarrea hasta la inflamación intestinal grave). «Cerca de 1% de todos los pacientes hospitalizados desarrollan una infección por C. difficile; la mayoría de estos pacientes son tratados con antibióticos, hasta el punto en que las bacterias benignas del intestino son eliminadas, y por ello la C. difficile, resistente a los antibióticos, es capaz de proliferar. Entonces, esta bacteria libera toxinas que provocan enfermedades del colon», explica el coordinador del estudio, Tor Savidge de la Universidad de Texas Medical Branch (UTMB) en Galveston (EE.UU.). Las toxinas causan estragos en las proteínas estructurales de las células y en las redes de comunicaciones bioquímicas, y acaban matando a la célula. Sin embargo, antes de que inicien este proceso, las toxinas tienen que entrar en la célula, y esto significa que deben pasar a través de la membrana protectora que la rodea. En este punto es donde Savidge y sus colaboradores pueden haber encontrado una manera de detenerlas. A escala molecular, las proteínas de las toxinas de C. difficile son muy grandes -tan grandes que tienen que 'partirse' para que un trozo más pequeño pueda deslizarse a través de la membrana celular. Esta división se lleva a cabo mediante una 'guillotina molecular' llamada proteasa cisteína, que se activa cuando la toxina se encuentra con una molécula llamada InsP6, presente en niveles mucho más altos dentro de la célula que en el exterior de ésta.
Respuesta protectora
«Se trata de un mecanismo que detecta cuándo están las toxinas en la célula. Al entrar en contacto con InsP6 comienzan a dividirse, -explica Savidge-; sin embargo, hemos identificado una respuesta protectora previamente desconocida que se activa después de que las toxinas hayan inducido la inflamación intestinal, en la que, mediante un proceso llamado nitrosilación, se bloquea la proteasa cisteína para evitar división ».
Una toxina que es incapaz de dividirse queda atrapada en la membrana celular, y es no es capaz de atacar a la célula. «Estas toxinas son como misiles que la bacteria produce para salir de ésta y detonar el interior de la célula, dos maneras de defenderse contra los misiles son enviar señales para engañarlos y desarmar los mecanismos sensoriales, o conseguir que detonen antes de tiempo».
Los cultivos de células y los experimentos con ratones demostraron que una combinación de GSNO (el agente de la nitrosilación) y InsP6 evita los daños causados por C. difficile. De hecho, la terapia funcionó tan bien que el equipo se prepara ahora para probarlo en un ensayo clínico. «La identificación de nuevas modalidades de tratamiento para tratar esta infección sería un avance importante», afirma Charalabos Pothoulakis de la Universidad de California en Los Ángeles-UCLA (EE.UU.), coautor del estudio. «Si tenemos éxito con este enfoque, es posible que podamos tratar otras enfermedades bacterianas de una manera similar».
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