El tratamiento de la degeneración macular ha experimentado importantes avances que permiten frenar la pérdida de visión y en algunos casos mejorarla
En los últimos años el tratamiento de la degeneraciónmacular asociada a la edad (DMAE) ha experimentado un gran avance. Aunque aúnse desconoce su causa y sigue sin
PILAR QUIJADA
En los últimos años el tratamiento de la degeneraciónmacular asociada a la edad (DMAE) ha experimentado un gran avance. Aunque aúnse desconoce su causa y sigue sin encontrarse un remedio definitivo, se haconseguido frenar la pérdida de visión y en algunos casos se produce unamejoría. ... Este fue uno de los temas abordados en el Tercer curso de retina yvítreo organizado por el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, que tuvo lugarel pasado mes de mayo en Oviedo.
La degeneración macular se caracteriza por el deterioro delas células de la retina responsables de la visión central, la que nos permitendistinguir las caras, los colores, mirar el reloj o leer. Las imágenesdistorsionadas constituyen el primer síntoma de una patología que acaba porcrear un punto ciego en el centro del campo visual, aunque queda preservada lavisión periférica. De ahí que sea la principal causa de ceguera "legal" enpersonas mayores de 60 años, porque quienes la padecen conservan un remanentede la visión periférica que les permite moverse sin ayuda, matiza ÁlvaroFernández-Vega, responsable de la sección de Retina del Institutooftalmológico.
Hay dos tipos de DMAE. La más frecuente es la seca, de progresiónlenta, resultado del proceso natural de envejecimiento: "La retina vaenvejeciendo en la zona central, va perdiendo células y se forman placas deatrofia. Hoy no hay tratamiento, porque no se puede luchar contra elenvejecimiento Pero sí hay cosas que perjudican, como el tabaco, y podemoshacer prevención. Determinados fármacos antioxidantes disminuyen el riesgo deprogresión", explica Fernández-Vega. Los genes implicados en la respuestainflamatoria juegan un importante papel que abre la puerta a la terapia génica.Y también se investigan fármacos que interfieren en el ciclo visual. "Hayperspectivas de tratamiento que hace cuatro o cinco años eran impensables",señala.
Sin embargo, la forma más agresiva es la húmeda, de cursomuy rápido, que en pocas semanas puede producir una pérdida visualirreversible. Y es precisamente ésta "la que hoy se puede tratar de forma mássatisfactoria, mediante inyección intraocular con fármacos antiangiogénicos queen el 95% de los casos detienen la progresión y en el 30% mejoranvisión de forma significativa, dependiendo del momento de inicio deltratamiento", señala Luis Arias, oftalmólogo del hospital universitario deBellvitge. Se trabaja en fármacos de liberación lenta que espacien lasinyecciones
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