Dientes en línea
La presencia en el mostrador de un hombre de pelo entrecanollamado Miguel Ángel pidiendo cita para una ortodoncia parece respaldar eldato. En la última década, el
La presencia en el mostrador de un hombre de pelo entrecanollamado Miguel Ángel pidiendo cita para una ortodoncia parece respaldar eldato. En la última década, el número de adultos que ha visitado a unortodoncista se ha triplicado. En la pared sobre el mostrador hay unafotografía ... de una joven de pelo rubio en posición de dar un mordisco al aire yel rótulo: "Me encanta mi sonrisa".
Según el último informe anual del colectivo deortodoncistas, el número de correcciones dentales realizadas a mayores de 18años ha aumentado hasta el 35% del total en un mercado tradicionalmente copadopor los adolescentes inseguros y preocupados por su popularidad en clase, quehace diez años se colocaban 8 de cada 10 aparatos dentales en España.
Los motivos para este aumento del número de adultos quedeciden ponerse aparato son atribuibles tanto a la mejora, técnica y estética,de los brackets (pequeñas piezas de metal o cerámica que se adhieren al dientey fijan el alambre) como a la aparición de nuevas técnicas como la ortodonciade arco lingual donde, frente a la tradicional ortodoncia, el aparatocorrector va adherido a la parte trasera del diente o las férulas correctorasinvisibles. Por supuesto, no olvidemos que unos dientes bien colocados sedesgastan menos, tienen menos riesgo de caries y menos acumulación de sarro.
La clínica Bio, ubicada en un piso bajo del barrio deSalamanca, es la que más férulas correctoras transparentes ha colocado enEspaña, con cerca de mil. El ortodontista de Miguel Ángel es el doctor Kamran "Kamy"Malekian, el "rey del Invisalign". "Hemos pasado de un 80% de mujeres y un 20%hombres a un 65% de mujeres y 35% de hombres, es señal de que los hombres seempiezan a preocupar más por su aspecto", dice Malekian.
Pese a este incremento, el perfil medio del paciente queopta por un tratamiento invisible sigue siendo mujer, de 25 a 45 años, queacude al especialista con ambiciones más estéticas que médiwcas y dispuesta agastar un poco más de dinero a cambio de llevar un aparato lo más discretoposible.
El retorno de los brackets
Dentalmente hablando, los ortodoncistas suelen consideraradulto a cualquier individuo mayor de 14 años, la edad a la que habitualmentese completa la dentición permanente de 28 piezas. Antes de los 14, lo máspopular sigue siendo el corrector tradicional: brackets, gomas y alambre. Elpaciente adulto puede escoger, en función de su presupuesto, necesidades o requisitosestéticos entre un tratamiento con brackets, vestibulares o linguales, u optarpor una férula alineadora transparente. Sea cual sea la elección, el procesoinicial es el mismo. Primero se realiza un examen clínico completo de la cara,los dientes, los huesos, las encías y las articulaciones de la boca. Se tomanfotografías faciales y del interior de la boca, radiografías de los dientes yla cabeza de perfil. Finalmente, se toman los moldes de las dos arcadasdentales introduciendo en la boca del paciente una cubeta, rellena de una pastade polvo de arginato y agua que en sus versiones más amables tiene un regusto achicle.
Tanto en el caso de adultos como de adolescentes, lo quesigue haciendo populares a los brackets es su precio. La ortodoncia tradicionales el tratamiento más asequible, dependiendo de la complejidad del caso(directamente proporcional al tiempo necesario, normalmente entre uno y tresaños) el precio se sitúa entre los 1.800 y los 4.000 euros.
El componente antiestético de los brackets se ha suavizadoen los últimos años con la aparición de los Damon metálicos pero más pequeñosy que acortan la duración del tratamiento y los brackets estéticos ocerámicos. Paradójicamente, incluso ha ganado valor estético entre pacientesque se decantan por colores llamativos para las ligas de goma que mantienen elalambre o brackets metálicos bañados en una aleación de oro. Algunos de estosextras encarecen el precio final, aunque la consulta de precios en variasclínicas de Madrid no arrojó diferencias significativas entre elegir bracketstransparentes o dorados.
Damon metálico Son los más económicos y los tratamientosson, por lo general, más cortos que con otros tipos de brackets. Puedenescogerse bañados en aleación de oro. Más visibilidad.Las primeras semanas pueden resultar incómodas. En caso de llagas, son másirritantes que los cerámicos.
Cerámicos color diente Material muy resistente. Elcolor del bracket se mezcla con el del diente haciéndolo prácticamenteindistinguible. Causa menor irritación y llagas que losmetélicos. Más caros. Los brackets están fabricados para no amarillear (con el café, eltabaco o el curry) pero las ligaduras de goma sí que lo hacen. Además tienen untamaño mayor a los metálicos y el tratamiento puede llevar más tiempo.
De zafiro Realizado en zafiro, es el bracket más cristalinode todos. Más caros que losmetálicos. Si los dientes del paciente no son a priori muy blancos, losbrackets pueden acabar destacando mucho.
Arco lingual
La ortodoncia de arco lingual parece planteadapara pacientes que valoran la fiabilidad mecánica de los brackets peropreferirían no mostrarlos, y están dispuestos a pagar más por ello, enconcreto, de 5.000 euros en adelante. Frente a los brackets tradicionales,tiene la ventaja de que la cara exterior del diente no sufre riesgo dedescalcificación, pero también el inconveniente de causar llagas en la lengua ydificultades en el habla durante las primeras semanas.
La clínica del doctor Jaume Janer, un prominente divulgadorde la ortodoncia invisible en los últimos años, se ha especializado en laOrtodoncia Lingual Incognito, un sistema patentado por el ortodontista alemánDirk Wiechmann. Janer, uno de los pioneros de esta técnica en España, detallacómo se fabrica cada aparato: "De los moldes de los dientes del pacientecortamos uno a uno los dientes para posicionarlos idealmente según el plan deltratamiento establecido. Entonces generamos nuevos moldes y losdigitalizamos con un escáner en tres dimensiones".
A partir de la digitalización tridimensional de los dientesdel paciente, los brackets son fabricados en cera mediante un plottertridimensional y a continuación en una aleación de oro. A diferencia de losbrackets de toda la vida, aquí cada pieza está diseñada individualmente ypre-programada para cumplir una pequeña función en el engranaje que lleva ladentadura del caos al orden.
Incognito, como Invisalign, es mucho más que una técnica deortodoncia invisible. Ambas son marcas registradas. Los brackets y el arcoIncognito se fabrican en la localidad alemana de Bad Essen, cuartel general delDr. Wiechmann, y las férulas Invisalign en la central de Align Technology enSilicon Valley, California, desde donde se envían a clínicas de todo el mundo apetición de los dentistas, que envían modelos 3D digitalizados de lasdentaduras. Para que un ortodoncista pueda instalar una de estas técnicasnecesita haber sido certificado previamente por Incognito o Invisalignrealizando uno de sus cursos de especialización. "Invisalign no es unproducto, es un tratamiento personalizado", dice Malekian. "Por un lado estáInvisalign y por otro el doctor que lo planifica, los seguimientos o lasrevisiones que realiza el doctor para obtener esos resultados. De no ser así,el paciente iría al supermercado, se tomaría los moldes y luego se llevaría lasférulas y se las pondría en su casa. Al ser un tratamiento personalizado, laaportación del doctor es lo que marca".
En una sala con dos sillones de dentista, una asistenterevisa la férula transparente de una señora de mediana edad. La pantalla delordenador muestra una dentadura tridimensional sobre fondo azul. La asistentese acerca sonriendo y preguntando "¿se nota?" Al cabo de un momento me percatode que se refiere a la férula que lleva puesta.
"Es como una segunda piel del diente", añade en ese momentoMalekian. A la pregunta de qué material está compuesta la férula de Invisalign,responde que "es una composición interesante, mezcla rigidez con flexibilidad,un plástico especial, la fórmula de la Coca-Cola".
De quita y pon
La duración del tratamiento medio con Invisalign suele estaren torno a 15-18 meses, y su precio "desde 3.500 hasta 6.000 euros dependiendode la complejidad", dice Malekian. "Hay un tratamiento breve para pacientes queya han llevado brackets y los dientes se les han descolocado. Esta variedadtiene una duración de siete meses y tiene un coste de unos 3.500 euros. Apartir de ahí, sube".
En la pantalla del ordenador, Malekian muestra una sucesiónde 32 representaciones de una dentadura. Cada una es ligeramente diferente dela otra, la número 1 son los dientes tal y como llegaron la primera vez y la 32son los dientes deseados. Con cada representación tridimensional se elabora unaférula que sirve para dos semanas -hay que llevarla de veinte a veintidós horasal día. Cada mes y medio, el paciente acude a la clínica y se lleva un paquetede tres bolsitas. "Como si fueran lentillas", dice el doctor. "Mi labor primeraes diseñar y planificar este vídeo tridimensional, que se convierta en realidad".Me acerca una muestra, es fina, flexible pero resistente. Aprovecho para volvera preguntar qué es exactamente el material y Malekian responde con habilidad "unpolímero especial".
La boca, en un spa
Estas nuevas ortodoncias ganan en primer lugar en precisión,y en segundo, en limpieza y comodidad. Algunas clínicas dentales que ponen enpráctica estas técnicas están abandonando la estética hospitalaria para adoptaruna de salón de belleza. La clínica Smylife, inaugurada hace unos meses en lacalle Ortega y Gasset de Madrid, sigue estos preceptos. Su recepción parece elvestíbulo de un hotel de lujo, con pantallas planas y sillones de diseño. Negroen el suelo, las paredes y los muebles que rodean al sillón de dentista. Laidea que parece prevalecer es la de hacer creer al paciente que tanto él comosu boca están en un spa.
"Es la era del paciente", resume Malekian. Cuenta que en losúltimos años ha aumentado la tendencia de "buscar en los primeros cuatro mesesuna moderada mejora de la estética para que el paciente vea los resultados y semotive" antes de abordar cambios más estructurales en la dentadura.
La relación entre ortodoncia y psicología ha sido objeto denumerosos artículos académicos. Un estudio realizado por los españolesMargarita Varela y J.E. García-Camba entre 40 pacientes con ortodoncia demostróque, la imagen que los pacientes tenían de su cuerpo, mejoraba a los seis mesesde comenzar con el tratamiento. Este estudio apareció en 1995 en el "AmericanJournal of Orthodontic". Sin embargo, la imagen que tenían de su rostro estospacientes no mostraba mejores resultados hasta el momento de serles retirada laortodoncia de los dientes. Curiosamente, los niveles de auto-estima de lospacientes no mostraron grandes cambios entre el comienzo y el fin deltratamiento dental.
En parte por su precio más elevado y por la falta depropagación comercial, las ortodoncias invisibles no copan todavía una granporción de la tarta. En la clínica barcelonesa de Jaume Janer, la de arcolingual supone un 25% del total de ortodoncias, una de cada cuatro. TambiénMalekian reconoce que "los brackets siguen siendo mucho más populares queInvisalign. La ciencia de la ortodoncia avanza pero su propagación en elmercado no es tan inmediata".
Malekian no es ajeno a la historia científica de laortodoncia y en su discurso sobre las virtudes de Invisalign aparecen salteadoslos nombres de los doctores Norman W. Kingsley o Edward H. Angle, padresintelectuales de esta ciencia. Es una forma de comunicar que, pese adiseñar la ortodoncia por ordenador en lugar de cortar alambres o aplicarpomada cicatrizante sobre las llagas linguales, sigue siendo unortodoncista.
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