¿Qué es la mosca negra y qué pasa si te pica? Estas son las enfermedades que transmite

La mosca negra se ha extendido en regiones como Madrid, Aragón o Murcia. No es una especie invasora, pero sí ha aumentado su presencia. Para paliar sus efectos las administraciones públicas tienen que actuar y aplicar tratamientos en las zonas afectadas ya que este díptero puede trasmitir enfermedades.

Es un insecto de unos 6 milímetros de longitud y con una mordedura -tiene una boca en forma de sierra- muy dolorosa, como indican en un artículo desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias. Los efectos sobre la piel como ronchas o marcas se deben, además, a que su saliva es muy tóxica.

Por el momento, no constituye una emergencia sanitaria en Europa que implique la transmisión de enfermedades, de acuerdo a este artículo. En nuestro país lo que sí produce a algunas personas la mordedura de la mosca negra es una reacción alérgica cuya herida suele durar una semana. El mejor repelente es el DEET (Dietiltoluamida) a altas concentraciones o el citriodiol y se recomienda no pasear por el cauce de los ríos para evitar la mordida.

En caso de que ocurra, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias señala que hay que limpiar la herida con antiséptico, aplicar frío local, aplicar algún calmante contra las picaduras y no rascarse.

Sin embargo, la mosca negra sí es la causante de enfermedades en el África subsahariana, Brasil o Venezuela. Desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental ya alertaron el año pasado que para que no se convierta en un problema de salud pública hay que «volcar esfuerzos en su prevención y control» y señaló que debido a los efectos del cambio climático podría cambiar esta situación.

Este insecto puede transmitir una enfermedad infecciosa conocida como Oncocercosis a la que se conoce como 'ceguera de los ríos'. La OMS indica que los síntomas son prurito intenso, afecciones cutáneas desfigurantes y discapacidad visual, que puede llegar a la ceguera permanente.

La Organización Mundial de la Salud indica que hay cerca de 18 millones de personas infectadas por la oncocerosis y alrededor de 270.000 están ciegas por sus efectos.