Cada vez vivimos más y se reduce la brecha entre hombres y mujeres

Estas son algunas de las conclusiones de una investigación que ha coordinado David Atance, de la Universidad de Alcalá, y que se publica en 'PLoS ONE'.

La disminución en la diferencia de la esperanza de vida entre los dos sexos es, señala a ABC Salud Atance, consecuencia de la incorporación de la mujer al mundo laboral. La mujer, afirma, «ha incorporado malos hábitos del hombre, como el consumo de alcohol y el tabaco, y se ha incorporado a determinados trabajos que antes no desempeñaba, lo que ha hecho que esa brecha se estreche un poquito».

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Asegura Atance que la reducción en la brecha no significa necesariamente que los hombres vivan más que las mujeres. Las estadísticas señalan que una de las causas principales de este fenómeno es el aumento de muertes entre mujeres debido a cánceres y enfermedades respiratorias asociadas al consumo de tabaco, lo cual se traduce a mayores pérdidas en esperanza de vida de mujeres en comparación a la de los hombres.

El estudio, que ha utilizado los registros de la División de Población de las Naciones Unidas, ha agrupado a los 194 países analizados en función de su esperanza de vida y de mortalidad. Estos cinco grupos, explica, representan aproximadamente los cinco continentes.

Y, en general, en todos ellos se ha apreciado esperanzas de vida más largas y menores disparidades entre géneros y grupos de países con diferentes indicadores de mortalidad y longevidad.

Sin embargo, señala Atance, hay marcadas diferencias entre los países que engloban los grupos.

Las estimaciones del grupo 1, en el que estarían los países desarrollados de Europa, EE.UU., Australia, Japón etc., muestran que la esperanza de vida sería de 83 años de media, mientras que los de otro grupo formado por los países de África, sería de unos 62 años.

Por poner un ejemplo, los españoles viven en promedio 83 años, mientras que el promedio de vida en Nigeria es solo de 53 años. «Esta simple comparación da una idea de la magnitud de las desigualdades mundiales que predominan en la actualidad y que muy probablemente prevalecerán por muchos años más», asegura a Science Media CentreJesús Adrián Álvarez, de la Sociedad de Demografía Danesa, para quien el estudio «proporciona una perspectiva interesante sobre el desarrollo de la desigualdad mundial en términos de longevidad».

Los autores han elaborado una estimación de esperanza de vida en dos momentos del periodo analizado, 1990 y 2010 y han hecho un modelo predictivo para el año 2030. Así, detalla Atance, en el grupo de países en el que está España, la esperanza de vida en 1990 era de 72 y 77 años en hombres y mujeres respectivamente, de 78 y 83 en 2010, y, para 2030, sería de 83 años en hombres y 86 en varones.

Si se compara con las naciones contempladas en el grupo de África, las cifras constatan la desigualdad. En 2030 la esperanza de vida de hombres y mujeres será, respectivamente, de 61 y 62 años.

Pero como advierte Álvarez , el vivir más años no significa que las personas vivan más sanas. Para cuantificar esto, «es necesario medir el número de años que una persona vive con buena salud. La combinación de indicadores de longevidad y de salud permiten una perspectiva completa de la calidad y la duración de la vida humana. Esta perspectiva es esencial en el desarrollo de políticas sociales y de salud pública con énfasis en el bienestar humano».

Además, el estudio no contempla el impacto de la pandemia de Covid, reconoce Atance. Es posible que en aquellos países que tenían una tendencia de longevidad a mejorar, a aumentar el número de años de esperanza de vida, la aparición de una pandemia del Covid puede hacer que esa crecimiento se pare drásticamente. No sabemos todavía su impacto».