¿Son seguras las terapias de trasplante celular?
Distintos estudios confirman que la terapia es segura y que las células trasplantadas pueden brindar beneficios duraderos sin aumentar significativamente el riesgo de mutaciones genéticas asociadas al cáncer
El trasplante de células madre humanas repara un grave problema visual en monos

Las terapias celulares, como los trasplantes de células madre, se están convirtiendo en una realidad para el tratamiento de enfermedades que van desde el cáncer, hasta la esclerosis múltiple o la diabetes. Sin embargo, desde que las primeras células madre formadoras de sangre -hematopoyéticas- fueron trasplantadas con éxito en personas con cánceres de sangre hace más de 50 años, los investigadores se han preguntado si estas desarrollarían mutaciones que causan cáncer.
Ahora, un estudio realizado sobre los receptores de trasplantes de mayor longevidad y sus donantes ha revelado que las personas que reciben células madre de donantes no parecen tener un mayor riesgo de desarrollar tales mutaciones.
En la investigación publicada en la revista 'Science Translational Medicine', los investigadores de la Universidad de Washington y el Centro de Cáncer Fred Hutchinson (EE.UU.) presentan nuevos hallazgos sobre la seguridad de los trasplantes de células madre a largo plazo.
El estudio evaluó a receptores de trasplantes hematopoyéticos de larga duración, algunos de ellos realizados hace más de 40 años, y concluyó que estos pacientes no muestran un aumento significativo en mutaciones genéticas relacionadas con el cáncer, en comparación con personas que no han sido trasplantadas. Estos resultados ofrecen tranquilidad a los pacientes que se han sometido o están considerando someterse a estas terapias para tratar cánceres hematológicos y otras enfermedades de la sangre.
Desde que las células madre formadoras de sangre comenzaron a utilizarse en la década de 1960 para el tratamiento de ciertos tipos de cánceres de la sangre y enfermedades de la médula ósea, la comunidad científica ha mantenido la preocupación sobre si estas células pudieran desarrollar mutaciones cancerígenas al ser sometidas al proceso de trasplante.
Estas células madre, que se encuentran en la médula ósea, tienen la capacidad de generar distintos tipos de células sanguíneas y han ayudado a salvar la vida de cientos de miles de personas en todo el mundo. Sin embargo, el proceso de trasplante, que requiere reemplazar todas las células madre hematopoyéticas del paciente con las de un donante sano, ejerce una presión significativa sobre el organismo y había planteado preocupaciones sobre un posible aumento en el riesgo de cáncer.
El equipo de Masumi Ueda Oshima en Seattle realizó un exhaustivo estudio con 32 individuos, 16 pares de donante-receptor que recibieron trasplantes entre 7 y 46 años atrás. Mediante técnicas avanzadas de secuenciación genética, investigaron mutaciones en genes asociados con cánceres de sangre para determinar si el trasplante aceleraba su aparición en los receptores.
Secuenciación genética
Los resultados revelaron que, aunque tanto los donantes como los receptores presentaron algunas mutaciones genéticas, la frecuencia de estas mutaciones se mantuvo baja, en torno a una por cada millón de pares de bases secuenciadas. Además, el estudio observó que el ritmo de mutaciones se mantenía estable con el paso del tiempo: en los donantes, la tasa de mutación era del 2% anual, mientras que en los receptores era del 2,6%.
Un estudio paralelo de Spencer Chapman, del Instituto de Cáncer Barts en Londres publicado en abril de 2023, examinó a 10 receptores de células madre que recibieron trasplantes de sus hermanos entre 9 y 31 años atrás. Mediante secuenciación completa de genomas, los investigadores encontraron que las células de los receptores habían envejecido solo 1,5 años más que las de los donantes, un cambio mínimo que coincide con los hallazgos de Ueda Oshima.
Chapman afirmó que este hallazgo fue «sorprendente y tranquilizador», ya que indica que los receptores de trasplantes no desarrollan mutaciones nuevas a un ritmo elevado ni tienen mayor predisposición a desarrollar cáncer de sangre en comparación con los donantes.
Alejo Rodríguez-Fraticelli, biólogo de células madre en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, también destacó los resultados del estudio, pero señaló la necesidad de llevar a cabo investigaciones en grupos de mayor tamaño para confirmar estos hallazgos. En declaraciones a la revista 'Nature' Rodríguez-Fraticelli, dijo que aunque el número de participantes en el estudio es limitado, los datos obtenidos son una «noticia alentadora» para la comunidad médica y para los pacientes que dependen de trasplantes de células madre o terapias génicas basadas en la sangre para tratar enfermedades como el cáncer y la anemia falciforme.
Ambos estudios resaltan que el sistema hematopoyético tiene una notable capacidad regenerativa que permite que las células madre mantengan su función con estabilidad genética durante años después del trasplante.
Terapia celular CAR-T
Otra estudio publicado recientemente en 'The New England Journal of Medicine' y realizado en más de 700 pacientes tratados en Stanford Medicine mostró que el riesgo de desarrollar cánceres de sangre secundarios tras la terapia con células CAR-T es bajo.
La terapia con células CAR-T es un tratamiento contra el cáncer basado en células que revolucionó el tratamiento de tumores de sangre intratables en 2017. Pero noviembre de 2023, las autoridades sanitarias de EE.UU. (FDA) emitieron una advertencia sobre el riesgo de cánceres secundarios, en particular cánceres de la sangre, que pueden estar asociados con esta terapia. La advertencia fue precedida por informes de pacientes diagnosticados con cánceres de células T no relacionados con el cáncer por el cual habían sido tratados.
Aunque en 2023 la FDA advirtió sobre posibles riesgos de cánceres secundarios, especialmente de células T, el seguimiento a 724 pacientes desde 2016 reveló que solo el 6,5% desarrolló un nuevo cáncer de sangre en los tres años posteriores al tratamiento. De los 14 casos registrados, solo uno fue un linfoma de células T que podría estar relacionado con la terapia, aunque el análisis posterior lo descartó. En este único caso fatal, los investigadores atribuyeron el desarrollo del tumor a la inmunosupresión causada por la terapia, permitiendo el crecimiento de células cancerosas preexistentes no detectadas.
Seguros
Desde que en noviembre de 2023 la FDA emitiera una advertencia sobre el riesgo de aparición de cánceres secundarios entre los pacientes tratados que no estaban relacionados con el tumor original, otras agencias del medicamento empezaron a escudriñar sus tratamientos. En junio de 2024 Agencia Española del Medicamento informó que, tras examinar los pacientes tratados con este terapia celular, ha identificado solo 38 casos de tumores malignos secundarios, entre los 42.500 pacientes que habían recibido una terapia CAR-T.
Según la Dra. Ueda Oshima, el hecho de que las mutaciones permanezcan estables durante tanto tiempo confirma la «profundidad de la capacidad regenerativa» de estas células, lo que abre nuevas perspectivas sobre el envejecimiento celular y la seguridad de estas terapias a largo plazo.
Para la comunidad médica, estos descubrimientos representan un avance importante en la comprensión de las terapias celulares y ofrecen nuevas esperanzas para quienes enfrentan enfermedades de la sangre o trastornos genéticos.
Con la creciente aplicación de trasplantes de células madre en niños y jóvenes, estos hallazgos subrayan la seguridad de la terapia y ofrecen confianza en que las células trasplantadas pueden proporcionar beneficios de por vida sin incrementar significativamente los riesgos de mutaciones genéticas relacionadas con el cáncer.
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