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¿Cuándo es realmente necesario hacer la prueba del PSA para detectar el cáncer de próstata?

Un grupo de expertos internacionales opina sobre este controvertido debate en un artículo publicado en 'The BMJ'

Expertos argumentan a favor de un uso restringido de las pruebas PSA para evitar la sobredetección y el sobretratamiento ABC

C. Garrido

El cáncer de próstata será el tumor más diagnosticado en hombres en España en 2023, al igual que en 2022, con 29.002 nuevos casos. Detectarlo a tiempo es de gran importancia: los datos reflejan que si está en estadio I hay tres veces más probabilidades de sobrevivir a cinco años que si se diagnostica en fases más avanzadas. La mayoría de los países de altos ingresos no cuentan con un programa nacional de cribado del cáncer de próstata, sino que permiten que los hombres sin síntomas se hagan una prueba de antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés) si lo desean, después de hablar con su médico. Ahora, un grupo de urólogos y epidemiólogos especializados en la detección de esta enfermedad argumenta, en un análisis publicado en la revista 'The BMJ', a favor de un uso restringido de las pruebas PSA para evitar la sobredetección y el sobretratamiento.

Los expertos advierten de que estas políticas de decisión compartida han llevado a altas tasas de pruebas de PSA y daños médicos claros, con un mínimo beneficio.

Andrew Vickers y un grupo internacional de colegas consideran que los países de altos ingresos deberían implementar para las pruebas PSA un enfoque integral, basado en el riesgo y diseñado para reducir el sobrediagnóstico y el sobretratamiento; o disuadir a los pacientes sin síntomas específicos de realizarse las pruebas de PSA.

El cáncer de próstata es el cáncer más común en los hombres y la tercera causa principal de muerte por cáncer en los hombres en Europa. Pero aún no está claro si los beneficios de la prueba de PSA, tal como se practica actualmente, superan los daños del sobrediagnóstico y el sobretratamiento, cuando se detectan y tratan innecesariamente tumores de bajo riesgo que nunca causarían síntomas o acortarían la vida.

En el Reino Unido, señalan en el artículo, se estima que alrededor de 10.000 hombres son sobrediagnosticados con cáncer de próstata cada año, lo que los expone a posibles efectos secundarios del tratamiento sin recibir ningún beneficio.

Detección en hombres mayores

Ante las dudas, casi todos los países de ingresos altos han optado por la prueba de PSA basada en la toma de decisiones compartida entre paciente y médico. Pero los autores argumentan que confiar en la toma de decisiones compartida para guiar las pruebas de PSA ha llevado a altas tasas de pruebas de PSA, particularmente en hombres mayores, que tienen más probabilidades de verse perjudicados por las pruebas de detección y menos probabilidades de beneficiarse.

«Todas las sociedades científicas están de acuerdo en desaconsejar el screening en varones cuya esperanza de vida es inferior a los 10-15 años, ya que este es el periodo medio que tarda un cáncer de próstata detectado mediante screening en acabar produciendo síntomas por el avance de la enfermedad (dicho de otro modo, el individuo fallecería de otras causas por su edad antes de que el cáncer de próstata tuviera tiempo de acabar con su vida). La probabilidad de morir por cáncer de próstata en lo que te queda de vida, si a los 75 años tienes un nivel de PSA normal, es prácticamente cero. Por ello no se recomienda continuar con el screening pasado cierta edad. Precisamente, la política actual de que 'el ciudadano elija' produce que la tasa de screening en varones mayores sea preocupante«, advierte el doctor Marcos Luján Galán, jefe de Unidad de Urología en el Hospital Infanta Cristina, investigador en la rama española del European Randomized Study of Screening for Prostate Cancer en declaraciones a SMC España.

El enfoque de toma de decisiones compartida también refleja y reproduce, según los autores del artículo, las inequidades en salud. Por ejemplo, en Canadá y EE. UU., la prueba de PSA es menos común en personas de minorías étnicas, mientras que en el Reino Unido y Suiza, las tasas de este test son más bajas en áreas económicamente desfavorecidas.

La propuesta de los expertos

Por el contrario, dicen que implementar un programa integral de detección temprana del cáncer de próstata basado en el riesgo, que gestione cuidadosamente no solo las pruebas, sino también la biopsia y el tratamiento posterior, podría reducir sustancialmente los daños del sobrediagnóstico y el sobretratamiento que han acompañado a la detección basada en PSA.

Como alternativa, sugieren restringir la prueba de PSA a hombres con síntomas, con posibles excepciones para un pequeño número de pacientes con alto riesgo, pero reconocen que tales políticas en gran medida no se han probado y requerirían más investigación.

«Aunque creemos que la detección temprana del cáncer de próstata debe involucrar la toma de decisiones compartida, el enfoque actual de determinar las pruebas solo mediante la toma de decisiones compartida ha resultado en el peor resultado práctico posible: altos niveles de pruebas de PSA y daños médicos, con un beneficio mínimo y una desigualdad«, escriben. Los autores recomiendan que, para hacer un mejor uso de las pruebas de PSA, los legisladores elijan entre »un enfoque integral y adaptado al riesgo, que esté específicamente diseñado para reducir el sobrediagnóstico y el sobretratamiento, o restrinjan las pruebas de PSA a las personas derivadas a urólogos con síntomas«.

«Como alternativa al screening indiscriminado, los autores sugieren que la determinación del PSA debería restringirse a varones entre los 50 y 70 años, y ofreciendo la biopsia de próstata a los que se presuma puedan padecer un cáncer de alto riesgo tras una prueba confirmatoria como es la resonancia magnética prostática. Una estrategia de esa naturaleza debería ser monitorizada para garantizar el cumplimento de los protocolos diagnósticos, y no asumir pasivamente la adhesión a los procedimientos. Ese tipo de aproximación, elevada a nivel de programa nacional, retendría la mayor parte del efecto beneficioso del screening, y limitaría el número de pruebas«, opina, en declaraciones a SMC España, el doctor Álvaro Páez Borda, jefe de Servicio de Urología del Hospital Universitario de Fuenlabrada, Madrid; profesor asociado de Ciencias de la Salud, Universidad Rey Juan Carlos; y Chairman de la rama española del European Randomized Study of Screening for Prostate Cancer.

Para el doctor Marcos Luján Galán, «ante la ausencia de un programa gubernamental establecido, en pacientes sin perfil de riesgo concreto (historia familiar, ciertas mutaciones genéticas, etc.) y ausencia de síntomas, me inclinaría por no hacer el PSA de modo indiscriminado«.

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