Pros y contras de los milagrosos fármacos para la obesidad

El estudio, realizado por científicos de la Universidad de Washington en St. Louis (EEUU.), en más de 2,4 millones de personas., revela que, aunque los medicamentos GLP-1RA, como Ozempic y Wegovy, tienen efectos muy positivos en la salud, como la reducción del riesgo de trastornos cardiometabólicos y la mejora de la salud cognitiva, también están relacionados con importantes riesgos, incluyendo problemas gastrointestinales graves y un aumento en la presión arterial.

El informe destaca que entre los beneficios más relevantes los inhibidores GLP-1 logran educción significativa del riesgo de trastornos cardiometabólicos. El estudio confirmó que ayudan a prevenir ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otros problemas cardiovasculares.

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Además, explican los investigadores, también obtienen mejoras en la salud mental y conductual. En su trabajo se observó una reducción en el riesgo de adicciones, trastornos psiquiátricos como esquizofrenia y bulimia, e incluso una disminución en la ideación suicida.

Y, por último, destacan sus efectos sobre la salud cognitiva. «El uso de estos fármacos también mostró una disminución del riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer y la demencia», escriben.

Sin embargo, el estudio también expone varios efectos adversos graves y potencialmente peligrosos. Así por ejemplo advierten de posible problemas gastrointestinales graves, como náuseas, vómitos, diarrea, e incluso en casos extremos, parálisis del estómago.

También de riesgos renales y pancreáticos, como efectos adversos en el páncreas y los riñones que, aunque menos frecuentes, pueden ser muy graves, llevando a pancreatitis o daños renales sin síntomas hasta etapas avanzadas.

Y también un aumento de la presión arterial, lo que puede complicar la salud cardiovascular de los pacientes.

«Este estudio ofrece un panorama claro sobre los medicamentos GLP-1RA. Mientras que sus beneficios son impresionantes, no podemos ignorar los riesgos asociados», explica Ziyad Al-Aly, autor principal del estudio. «Es crucial que los pacientes y los médicos comprendan ambos aspectos para tomar decisiones informadas sobre su uso».

Sin embargo, en declaraciones a Science Media Centre, Stephen O'Rahilly, director del Instituto Wellcome-MRC de Ciencia Metabólica-Laboratorios de Investigación Metabólica de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), advierte que los estudios como este deben interpretarse con mucha cautela, ya que las personas estudiadas no han sido asignadas aleatoriamente al tratamiento con agonistas del receptor GLP-1, por lo que cualquier diferencia entre quienes toman y no toman esta clase de medicamentos podría ser atribuible a factores distintos al fármaco. Además, «dado que los datos provienen de la Administración de Veteranos [de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos], están muy sesgados hacia hombres mayores y blancos».

De similar opinión es David Henry, de la Universidad de Melbourne (Australia): «Este es un estudio observacional, no un ensayo aleatorizado, y los autores advierten de basar recomendaciones de tratamiento con estos datos sin una confirmación adicional. Esta cautela está justificada». Recuerda Henry el caso de otro medicamento para la diabetes, la metformina, sobre el cual estudios observacionales defectuosos concluyeron erróneamente que este medicamento prevenía el cáncer.

En cualquier caso, añade O'Rahilly, «el estudio proporciona una útil tranquilidad sobre la seguridad de esta clase de medicamentos. Los beneficios esperados en enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades cardíacas y renales son claramente evidentes. También hay una reducción tranquilizadora en la incidencia de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de páncreas».

Además, agrega que es importante destacar que, debido que ha habido discusiones en los medios sobre posibles efectos adversos de estos medicamentos en la salud mental, «el grupo que tomó el fármaco mostró una menor incidencia de esquizofrenia, trastornos por consumo de alcohol y drogas, y menos ideación suicida».