Ultraprocesados, los alimentos que causan enfermedades
Dos nuevos estudios relacionan su consumo con enfermedades cardíacas, cáncer de intestino y muerte
Los alimentos no solo se caracterizan por su composición nutricional, sino también por el grado de procesamiento, que es crucial para determinar el potencial general de salud de los alimentos
Son diseñados y estudiados para que resulten apetitosos y atractivos.
Nadie quiere alimentos que provoquen enfermedades. Sin embargo, según las conclusiones de dos investigaciones que se publica en «The BMJ» hay vínculos evidentes entre el alto consumo de alimentos ultraprocesados y un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, cáncer de colorrectal y muerte.
Estos nuevos ... resultados que se presentan en la prestigiosa revista científica no son sorprendentes y añaden nueva evidencia para promover políticas de salud pública que limiten el consumo de alimentos ultraprocesados y, que promuevan el de alimentos sin procesar o mínimamente procesados para mejorar la salud pública en todo el mundo.
Asimismo, tal y como subraya un editorial que acompaña a los dos trabajos, proponen una ventana de oportunidad para reformular las pautas dietéticas en todo el planeta, prestando más atención al grado de procesamiento de los alimentos junto con recomendaciones basadas en nutrientes.
Los alimentos ultraprocesados son formulaciones de varios ingredientes, generalmente producidos mediante distintas técnicas industriales, que, además de sal, azúcar, aceites y grasas, incluyen sustancias alimenticias no utilizadas en preparaciones culinarias, en particular, saborizantes, colorantes, edulcorantes, emulsionantes y otros aditivos utilizados para imitar cualidades sensoriales de alimentos no procesados o mínimamente procesados y sus preparaciones culinarias o para disfrazar cualidades indeseables del producto final. Incluyen productos horneados y bocadillos envasados, bebidas azucaradas y carbonatadas, comidas preenvasadas, cremas para untar y algunos productos aparentemente fuera de sospecha, como biscotes, cereales para el desayuno, galletas saladas y yogur de frutas.
«Son los más malos de los malos», asegura Miguel Ángel Martínez González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra y jefe de grupo de CIBEROBN. «Cuantos más se consumen, peor», advierte.
Estudios previos han relacionado los ultraprocesados con un mayor riesgo de obesidad, hipertensión, colesterol y algunos tipos de cáncer, pero pocos han evaluado la asociación entre la ingesta de alimentos ultraprocesados y el riesgo de cáncer colorrectal, y los hallazgos son contradictorios debido a las limitaciones en diseño del estudio y tamaños de muestra.
Incluyen productos horneados y bocadillos envasados, bebidas azucaradas y carbonatadas, comidas preenvasadas
En un estudio publicado realizado en la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de Nutrición en la Universidad de Tufts (EE.UU.), los investigadores vieron que los hombres que consumían altas tasas de ultraprocesados tenían un riesgo 29 % mayor de desarrollar cáncer colorrectal, que los que consumían cantidades más pequeñas. No encontraron la misma asociación en las mujeres.
«Las carnes procesadas, la mayoría de las cuales pertenecen a la categoría de alimentos ultraprocesados, son un fuerte factor de riesgo para el cáncer colorrectal. Los ultraprocesados también tienen un alto contenido de azúcares añadidos y un bajo contenido de fibra, lo que contribuye al aumento de peso y la obesidad, y la obesidad es un factor de riesgo establecido para el cáncer colorrectal», señala Lu Wang, autor del estudio que analizó las respuestas de más de 200.000 participantes (159.907 mujeres y 46.341 hombres) en tres grandes estudios prospectivos controlados durante más de 25 años.
A pesar de que los resultados no resultan una novedad, para Martínez González son muy relevantes porque «son casi 30 años de seguimiento y cientos de miles de personas».
En el segundo estudio, investigadores italianos analizaron dos sistemas de clasificación de alimentos en relación con la mortalidad: el Sistema de Perfiles de Nutrientes de la Agencia de Normas Alimentarias (FSAm-NPS, por sus siglas en inglés), utilizado para derivar la etiqueta frontal del paquete Nutri-Score codificada por colores, y la escala NOVA , que evalúa el grado de procesamiento de los alimentos.
Sus hallazgos se basan en los datos de 22.895 adultos (edad promedio de 55 años; 48 % hombres) del Estudio Moli-sani, que investiga los factores de riesgo genéticos y ambientales de las enfermedades cardíacas y el cáncer.
La solución es sencilla: elegir alimentos naturales que se reconozcan
Se evaluaron tanto la cantidad como la calidad de los alimentos y bebidas consumidos y se midieron las muertes durante un período de 14 años (2005 a 2019), teniendo en cuenta las condiciones médicas subyacentes.
Los resultados mostraron que aquellos aquellos que seguían una dieta menos saludable, en comparación con la más saludable, tenían un 19 % más de riesgo de muerte por cualquier causa y un 32 % más de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
Los riesgos fueron similares cuando se compararon las dos categorías extremas de ingesta de alimentos ultraprocesados en la escala NOVA (19 % y 27 % más altos para todas las causas y mortalidad cardiovascular, respectivamente).
Como conclusión, los investigadores aseguran que sus hallazgos respaldan la importancia para limitar ciertos tipos de alimentos ultraprocesados para obtener mejores resultados de salud en la población.
Aunque el grupo de ultraprocesados es muy amplio, la OMS ya ha señalado a las carnes rojas y procesadas como los alimentos menos saludables.
Para el experto español la solución es sencilla: «elegir alimentos naturales que se reconozcan. Las etiquetas ayudan, pero se corre el peligro de normalizar los alimentos ultraprocesados». Y, por supuesto, volver a la dieta mediterránea tradicional.
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