ANGUSTIA
El acoso aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular en mujeres
La angustia psicológica provocada por el acoso puede alterar el sistema nervioso, dañar la función vascular y desencadenar cambios biológicos que favorecen las enfermedades cardíacas.
Las mujeres morimos porque se nos rompe el corazón y no se sabe
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Iniciar sesiónLas mujeres que han sufrido acoso o han obtenido una orden de alejamiento presentan un riesgo significativamente mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares (ECV), de acuerdo con un estudio de 20 años publicado en 'Circulation'.
El análisis, realizado con datos del Nurses' Health Study II ... sobre 66.270 mujeres de entre 36 y 56 años, reveló que quienes habían sido acosadas tenían un 41 % más de riesgo de sufrir ECV, mientras que aquellas que habían tramitado una orden de alejamiento —generalmente asociada a episodios de violencia grave— registraban un 70 % más de riesgo. El mayor peligro se observó en mujeres que experimentaron ambas situaciones.
«Para muchas personas, el acoso no parece grave porque no implica contacto físico, pero sus consecuencias psicológicas y físicas pueden ser profundas», afirma Karestan Koenen, profesor de epidemiología psiquiátrica en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y y autor principal del estudio.
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Nuria Ramírez de CastroEsta cardióloga lidera una iniciativa para atajar la mortalidad femenina por enfermedad cardiovascular, una amenaza peor que el cáncer de mama para la mujer
Hasta ahora, la mayoría de las investigaciones sobre violencia y salud cardiovascular se habían centrado en agresiones físicas, ignorando en gran medida la violencia psicológica.
Los autores señalan que la angustia psicológica provocada por el acoso puede alterar el sistema nervioso, dañar la función vascular y desencadenar cambios biológicos que favorecen las enfermedades cardíacas. Piden que el acoso y otras formas de violencia contra las mujeres se consideren determinantes de salud tan relevantes como el tabaquismo o la mala alimentación, y reclaman mejorar su detección en los centros sanitarios, así como reforzar las políticas públicas de prevención
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