Lo que tienes que hacer en tu día a día para prevenir el cáncer
Te contamos qué factores conocidos de riesgo puedes modificar desde ya
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Iniciar sesión«El ser humano pasa la primera mitad de su vida arruinando su salud y la segunda mitad tratando de recuperarla ». Esta frase atribuida a Joseph Leonard Goldstein, premio Nobel de Medicina, resume un pensamiento muy generalizado: el de creernos invulnerables en la juventud... ... hasta que el cuerpo nos avisa de que algo no va bien. Pero el cuidado debe empezar desde que nacemos porque toda acción suma. En el caso del cáncer también. « Hasta un 40 o 50% de los cánceres se podrían prevenir con un estilo de vida saludable», asegura la doctora Emilia Gómez Pardo, doctora en Bioquímica y Biología Molecular, máster en Nutrición y asesora científica de la Fundación CRIS contra el cáncer.
Con una alimentación equilibrada, vida activa, un peso normal y evitando el tabaco y el alcohol «disminuye el riesgo de manera importante», asegura la experta, que también es creadora del Oncosaludómetro, una herramienta online de la iniciativa CRISTeCuida diseñada para valorar si cumples con los hábitos de vida saludables y en qué puedes mejorar para evitar un tumor maligno.
El sobrepeso , por ejemplo, es una condición que «está directamente relacionada con la aparición de al menos 12 tipos de cáncer diferentes », advierte la doctora Gómez Pardo. Existe suficiente evidencia de que el exceso de grasa corporal aumenta el riesgo de cáncer de esófago, páncreas, hígado, colorrectal, mama (posmenopáusico), riñón, endometrio, boca, faringe y laringe; estómago, vesícula biliar, ovario y próstata.
La alimentación es clave en la prevención del cáncer. A la hora de componer nuestros platos, «hay que priorizar los alimentos del mundo vegetal : incrementar el consumo de frutas, verduras, legumbres, semillas, frutos secos y cereales integrales», detalla la experta. Una dieta donde predominen estos ingredientes es «antinflamatoria, antioxidante y nutritiva. Nos aporta vitaminas, minerales y fibra», destaca. Por el contrario, los productos que no deberíamos meter en la cesta de la compra, según indica la asesora de la Fundación CRIS contra el cáncer, son «las bebidas azucaradas , los ultraprocesados , la carne procesada y el alcohol ». Este último, junto con el tabaco, son hábitos a desterrar.
La Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) es tajante: el consumo de alcohol, ya sea leve, moderado o intenso , está relacionado con un mayor riesgo de distintos tipos de cánceres , como el de mama, colon, esófago y cabeza y cuello. Además, el abuso de alcohol es uno de los principales desencadenantes del cáncer de hígado más letal , de acuerdo con otra investigación publicada en la revista «Cancer». «La recomendación es alcohol cero . No existe un nivel seguro de consumo», advierte la doctora Gómez Pardo.
El tabaco, por su parte, es el responsable del 80% de los casos de cáncer de pulmón . Su consumo también se relaciona con más de una decena de tumores en otras partes del cuerpo: «Vejiga, cérvix, colorrectal, páncreas estómago, boca, laringe, esófago, hígado, riñón o uréteres», enumera la experta.
Más ejercicio y menos sedentarismo
Cuando hablamos de llevar una vida activa, hay que tener en cuenta dos variables: la práctica de ejercicio físico regular y evitar el sedentarismo. «Se tiene que trabajar de forma independiente. Hay gente que durante la semana es muy activa y llega el fin de semana y se apoltrona. Eso tiene un impacto negativo enorme», advierte la doctora. La recomendación de mínimos de la OMS es practicar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos ; o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos; o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana. El ejercicio se asocia con un menor riesgo de cáncer de colon, de mama, de endometrio, de riñón, mieloma, cáncer de hígado y linfoma no Hodgkin. Si lo practicamos al aire libre, no debemos olvidarnos de utilizar protección solar para prevenir el cáncer de piel . Es fundamental participar en los cribados para la detección temprana del cáncer, ya que el diagnóstico precoz es vital para un pronóstico más favorable. « Hay que perder el miedo a las revisiones », concluye la doctora Emilia Gómez Pardo.
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