Una terapia pionera reduce 50 % riesgo de recaída por insuficiencia cardíaca

Según ha explicado el cardiólogo del Hospital Clínico y director científico del Incliva, Julio Núñez, «la mortalidad y morbilidad en pacientes dados de alta tras un episodio de insuficiencia cardíaca aguda siguen siendo excesivamente elevadas, no existiendo terapias farmacológicas de contrastada evidencia en este escenario».

«A los especialistas que tratamos pacientes con insuficiencia cardiaca nos interesa contar con biomarcadores que nos ayuden a elegir el tipo e intensidad del tratamiento», ha resaltado Núñez, Los resultados de esta investigación ha sido publicada en la revista « JACC Heart Failure ».

Núñez ha explicado que «la sobrecarga hídrica desarrolla un papel fundamental en la fisiopatología de la insuficiencia cardíaca aguda. Tradicionalmente se evalúa a través de los síntomas y signos, pero su capacidad diagnóstica es limitada».

Por ello, el Grupo de Investigación de Cardiología Clínica del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Valencia -INCLIVA, liderado por Núñez, puso en marcha un ensayo clínico en cinco hospitales de la Comunitat Valenciana para evaluar el efecto pronóstico de una terapia liderada por el CA125 frente al tratamiento estándar.

En el ensayo, realizado en el Hospital Clínico de Valencia, Hospital General de Valencia, Hospital de Manises, Hospital de La Plana y Hospital Sant Joan de Alicante, se incluyeron 380 pacientes con un episodio reciente de insuficiencia cardíaca aguda. «Nuestro objetivo con la estrategia guiada por CA125 fue adaptar, entre otros, la dosis de diuréticos y la frecuencia de visitas tras el alta, según los valores evolutivos de este biomarcador», ha aclarado el cardiólogo.

La terapia guiada con este biomarcador «llevó a un mayor cambio en el ajuste de la dosis de diuréticos a lo largo del seguimiento y a un cambio en la frecuencia de las visitas», ha explicado. «Además, esta estrategia terapéutica, se asoció a una reducción significativa del riesgo de episodios adversos clínicos a un año, especialmente una reducción del cincuenta por ciento del riesgo de nuevos ingresos por insuficiencia cardiaca aguda », ha agregado.

A juicio de los investigadores, los datos suponen «un gran avance en el manejo de pacientes con insuficiencia cardiaca aguda, dado que ofrecen una nueva herramienta objetiva que ayuda en la valoración de la sobrecarga hídrica y por ende afinar el tratamiento diurético de una manera más apropiada». «Además, al tener un coste reducido y amplia disponibilidad, la implementación en práctica clínica diaria no debería ser complicado», ha concluido Núñez.