Una solución para el temblor esencial

Cuando se descarta la enfermedad de Parkinson, estos pacientes son etiquetados con un diagnóstico de temblor esencial. Se les comienza tratando con medicamentos que no siempre funcionan . En la mitad de los casos, los movimientos involuntarios continúan. Este era el caso de Álvaro. Aunque su temblor era leve, le incapacitaba para ejercer su profesión. La alternativa era someterse a una cirugía agresiva que consiste en abrir el cráneo e implantar unos electrodos. O probar con HIFU , una tecnología de ultrasonidos de alta intensidad que focaliza los ultrasonidos en el punto del cerebro sobre el que se necesita actuar. Álvaro se sometió a esta intervención mínimamente invasiva en el Centro Integral de Neurociencias HM CINAC del Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Móstoles . Este es el centro pionero en España en usar esta tecnología, tanto para el tratamiento del párkinson como para el temblor esencial.

Bastó una sola sesión y este dentista pudo recuperar su vida habitual en menos de 24 horas. Sus manos dejaron de temblar con una intervención que parece casi magia, en la que el enfermo se introduce en un dispositivo similar a una resonancia magnética y sale tres horas después sin síntomas.

En HM CINAC ya han hecho unos 150 casos como el de Álvaro. Los neurólogos empezaron actuando en un hemisferio cerebral y ahora lo hacen en ambos lados del cerebro, con resultados mejores, según confirman en un estudio publicado en ‘Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry’. El ensayo piloto se ha realizado en nueve pacientes y en colaboración con el Hospital de Zurich (Suiza). «Se trata de un avance prometedor», asegura Raúl Martínez, neurólogo de HM CINAC Madrid y autor principal del estudio. «El abordaje bilateral, mejora sustancialmente el temblor de voz y de cabeza y permite eliminar el de ambas manos», explica.

Los ultrasonidos de la tecnología HIFU no curan, pero eliminan la manifestación clínica de la enfermedad . «La calidad de vida de los pacientes cambia radicalmente. Hemos tenido enfermos que necesitaban ayuda para lavarse los dientes o no podían ni siquiera cortar la carne para comer. Y después del tratamiento logran una mejoría inmediata», dice el neurólogo.

Parece magia pero no lo es. El temblor esencial surge cuando falla la comunicación en determinadas áreas del cerebro , incluidas el cerebelo y el tálamo. El objetivo de los ultrasonidos es producir una lesión con calor para eliminar las neuronas que están generando el temblor. Con la ayuda de la resonancia magnética se aplica el calor en un punto diana de forma progresiva y controlada. «También pedimos a los pacientes que imiten el movimiento que les genera el temblor, como llevarse una cuchara a la boca o beber un vaso de agua. Así sabemos si estamos en el punto preciso y podemos ver la mejoría en tiempo real», relata Raúl Martínez.

Este neurólogo recuerda cómo antes la única opción para estos enfermos con un temblor discapacitante era pasar por una cirugía invasiva. Ahora el quirófano se reserva solo para los casos de temblor esencial muy discapacitante en los que se tendría que hacer una lesión muy amplia en la que no compensarían los efectos secundarios.

No se sabe muy bien por qué aparece el temblor esencial, un trastorno muy frecuente. Su origen es desconocido aún. Hay algunos estudios que lo relacionan con una atrofia del cerebelo. Otros con una predisposición genética. Sin embargo, hay personas sin antecedentes familiares que lo sufren. La causa aún es un misterio, sin embargo, no es una enfermedad peligrosa, aunque altera de forma importante la vida de quien la padece. Las personas con temblor esencial a menudo pierden la capacidad para realizar tareas simples como conducir o seguir desempeñando su trabajo.