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INMUNOLOGÍA

‘Ovejas negras’ del sistema inmune: la última barrera defensiva frente a los invasores

Identificada una clase de linfocitos B que, por lo general silenciados, producen anticuerpos capaces de hacer frente al VIH y otros patógenos que se esconden en el organismo

Linfocito B FLICKR

R. I.

Nuestro sistema inmune constituye la línea de defensa de nuestro organismo frente a los invasores, ya sean externos –por ejemplo, una bacteria o un virus– o internos –caso de una célula cancerígena–. Y para ello, cuenta con numerosos tipos de células que, cual ‘policías’, patrullan ... por todo el cuerpo y, una vez detectan el invasor, unen sus fuerzas para combatirlo hasta matarlo. Sin embargo, el sistema inmune también tiene sus ‘ovejas negras’: anticuerpos que, una vez activados, pasan olímpicamente de los invasores y se dedican a atacar a las células y tejidos sanos. Tal es así que, además de combatir a los ‘cuerpos extraños’, el sistema inmune debe ocuparse de estos anticuerpos ‘nocivos’ y silenciarlos para que no provoquen una enfermedad autoinmune. Pero, ¿cómo es que el organismo se permite tener estas ‘ovejas negras’ inmunológicas? Pues porque como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Garvan de Investigación Médica en Sídney (Australia), estos anticuerpos ‘malos’ son el ‘as en la manga’ del sistema inmunológico. Y es que son tan potentes que pueden destruir a los patógenos frente a los que nada pueden hacer el resto de células inmunes. Eso sí, primero tienen que pasar por un proceso de ‘redención’ y convertirse en ‘buenos’.

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