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TERAPIA CELULAR

Una nueva técnica podría duplicar el éxito de los tratamientos para la infertilidad

Investigadores de OHSU y Salk Institute desarrollan un nuevo método para transmitir el material genético de una madre a huevos de donantes

R. I.

Las mujeres con infertilidad o aquellas con una predisposición genética a transferir una enfermedad mitocondrial podrían algún día beneficiarse de un nuevo descubrimiento realizado por científicos de OHSU y del Instituto Salk de Estudios Biológicos (EE.UU.). Los investigadores, liderados por Shoukhrat Mitalipov, han visto que es posible regenerar huevos humanos o ovocitos -las fases celulares más iniciales de un embrión- haciendo uso de un material genético, ADN, que habitualmente se desecha: los ‘cuerpos polares’.

Tal y como explican en el último número de la revista « Cell Stem Cell », este ADN proviene de pequeñas células denominadas ‘ cuerpos polares ’ que se forman fuera de los ovocitos y contienen el mismo material genético que el núcleo de un huevo de la mujer. Hasta ahora, nunca se había demostrado que los ‘cuerpos polares’ fueran útiles para generar huevos humanos funcionales que pudieran ser utilizados en los tratamientos de fertilidad. En el estudio, los científicos trasplantaron con éxito un ‘cuerpo polar’ de un ovocito en desarrollo de una mujer al citoplasma de un ovocito de una donante despojado de su núcleo.

Y, a pesar de que la técnica podría demorarse muchos años antes de llegar a un ensayo clínico, en el futuro podría ser importante para aquellas mujeres de avanzada edad que quieren tener hijos. «Sabemos que la fertilidad disminuye a medida que las mujeres envejecen», afirma Mitalipov, director del Centro OHSU de Terapia Celular. «Ahora disponemos de una forma de duplicar el número de ovocitos que podemos obtener en una sesión de fertilización in vitro».

«Aunque únicamente pudimos examinar un número limitado de líneas celulares, desde el punto de vista de los perfiles epigenómicos la calidad de las células embrionarias derivadas de los cuerpos polares parece bastante prometedora», apuntó por su parte otro de los autores, Joseph Ecker, director del Laboratorio de Análisis Genómico del Salk Institute.

Al rescatar los cuerpos polares los investigadores, gracias a una técnica de transferencia nuclear, fueron capaces de formar nuevos oocitos genéticamente relacionados con la madre. Y cuando se fertilizaron con espermatozoides, los nuevos ovocitos se convirtieron en embriones viables. Pero los expertos advierten: ninguno de los embriones se implantó para llevar a cabo un embarazo real .

«Normalmente, los cuerpos polares se desintegran y desaparecen durante el desarrollo de los ovocitos», explica Hong Ma, del Centro de OHSU. Ahora, subraya, «hemos sido capaces de reciclarlos y esperamos que al hacerlo podamos duplicar el número de huevos de pacientes disponibles para la fertilización in vitro». «Esta es la primera investigación sobre la sorprendente viabilidad de los ‘cuerpos polares’ humanos y revela una nueva fuente de material genético previamente descartado», añade Ryan O'Neil, co-primer autor y investigador de Salk.

Enfermedades mitocondriales

Además de beneficiar en el futuro a las mujeres de avanzada edad que quieren tener hijos, la técnica puede presentar otra oportunidad para ayudar a aquellas mujeres portadoras de mutaciones en las mitocondrias, las pequeñas centrales energéticas que se encuentran en el interior de las células. Las mutaciones en las mitocondrias pueden causar enfermedades mitocondriales en los hijos.

Las técnicas de reemplazo mitocondrial tienen el potencial de prevenir la transmisión del ADN mitocondrial causante de la enfermedad. Esta aproximación terapéutica, destinada a evitar la trasmisión de mutaciones patológicas a la descendencia, consiste en reemplazar las mitocondrias con alteraciones de la madre por mitocondrias de una donante sana.

Sin embargo, la extensión de esta tecnología, conocida popularmente como «hijos de tres padres genéticos», y que ya ha sido aprobada en Reino Unido, requiere una comprensión global de la relevancia fisiológica de la variabilidad del ADN mitocondrial. Ahora, apunta Mitalipov, « esta nueva técnica maximiza las posibilidades de que las familias puedan tener un hijo a través de las técnicas de fertilización in vitro libre de mutaciones genéticas ».

Mitalipov desarrolló previamente una terapia de reemplazo mitocondrial que implica la implantación del núcleo del huevo del paciente - o huso - en un huevo donado sano despojado de su núcleo original. Mitalipov además es el padre de Roku y Hex, los primeros « monos quiméricos » creados a partir de una mezcla embrionaria de seis primates, y su equipo también fue el primero en desarrollar embriones humanos de cinco días de edad con genes de tres padres, lo que supuso una gran avance para el tratamiento de las enfermedades mitocondriales.

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