Un hombre acaba con el escroto inflamado hasta las rodillas tras 30 años sin pedir ayuda médica

El historial médico del paciente era limitado. Durante 30 años, a pesar de que la hinchazón había empeorado gradualmente, no había buscado atención médica . Su madre le ayudaba con sus necesidades diarias y se valía de un andador para desplazarse. No tenía antecedentes urológicos previos y tan solo se había sometido a una cirugía previa para repararle una hernia diafragmática cuando era niño.

En el examen, los médicos describieron un edema escrotal masivo con desplazamiento más allá del nivel de las rodillas. La piel del escroto estaba engrosada y había dos heridas abiertas con líquido maloliente y purulento ubicado en la parte inferior del hemi-escroto izquierdo. Su extremidad inferior derecha tenía edema extenso y engrosamiento de la parte superior de la pierna. Estaba anémico, tenía 39ºC de fiebre y presentaba taquicardia.

Se le realizó un TAC del abdomen y la pelvis que reveló una gran hernia inguinal que le había provocado un linfedema (un bloqueo en el sistema linfático que impide que el líquido linfático se drene, causando una acumulación de líquido e hinchazón) del escroto, que había empeorado gradualmente. Le diagnosticaron gangrena de Fournier , una enfermedad infecciosa rara y potencialmente fatal, caracterizada por fascitis necrótica en la zona genital.

El paciente tuvo que someterse a varias cirugías para que le extirparan el tejido infectado y le repararan la hernia. Cuatro semanas después de la última operación, se estaba curando bien con resultados estéticos y funcionales satisfactorios.