Un estudio alerta de que los ingredientes químicos de las cremas solares llegan a la sangre en altos niveles

El estudio de 23 voluntarios probó cuatro protectores solares , incluyendo spray, loción y crema , aplicados en el 75 por ciento del cuerpo cuatro veces al día durante cuatro días, con análisis de sangre durante siete días para determinar los niveles máximos de ciertos productos químicos absorbidos en el torrente sanguíneo.

El estudio encontró que los niveles plasmáticos máximos de los productos químicos analizados ( avobenzona, oxibenzona, octocrileno y ecamsule ) estaban muy por encima del nivel de 0,5 nanogramos por mililitro (ng / ml), en el que las directrices de la FDA exigen pruebas de seguridad.

Por ejemplo, la concentración máxima de avobenzona se encontró en 4 ng / mL y 3.4 ng / mL en dos sprays diferentes, 4.3ng / mL para una loción y 1.8 ng / mL para la crema..

No se conocen los efectos de las altas concentraciones de estas sustancias en sangre por lo que el equipo de investigadores considera que deben seguir estudiándose. Pero de ninguna manera, en su opinión, debe desaconsejarse el uso de los protectores solares para protegerse contra los dañinos rayos ultravioleta (UV) del sol.

«La demostración de absorción sistémica muy por encima de la directriz de la FDA no significa que estos ingredientes sean inseguros », aseguraron el doctor Robert Califf y el dotor Kanade Shinkai en un editorial que acompañó el estudio en JAMA.

«Los hallazgos del estudio plantean muchas preguntas importantes sobre las cremas solares y el proceso mediante el cual la industria de la protección solar, los médicos, las organizaciones especializadas y las agencias reguladoras evalúan los beneficios y riesgos de este medicamento de venta libre», agregaron.

LA FDA considera que los protectores solares de amplio espectro con valores de SPF de al menos 15 siguen siendo un elemento clave en la estrategia de prevención del cáncer de piel, unido a otras recomendaciones como el uso de ropa protectora que cubra adecuadamente los brazos, el torso y las piernas; gafas de sol y un sombrero amplio; y buscar la sombra siempre que sea posible durante los períodos de máxima luz solar.