La depresión post Covid persiste en las personas mayores

Un estudiopublicado en la revista «Nature Aging». realizado en Canadá ha observado que el 43% de los adultos de 50 años o más experimentaron niveles moderados o altos de síntomas depresivos al comienzo de la pandemia de Covid-19, y que estos aumentaron con el tiempo.

Para llegar a estas conclusiones sobre el deterioro de la salud mental y la persitencia de la depresión, se utilizaron datos del Estudio Longitudinal Canadiense sobre el Envejecimiento. La investigación fue dirigida por Parminder Raina, profesora del Departamento de Métodos de Investigación en Salud de la Universidad McMaster .

La soledad fue el valor de referencia más significativo del empeoramiento de los síntomas depresivos, además de otros factores estresantes, relacionados con la pandemia, como los conflictos familiares.

«La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto muy importante en los adultos mayores, sobre todo en grupos de personas que ya estaban marginadas, sufriendo un impacto negativo mucho mayor», afirmó Raina, investigadora principal principal.

«Aquellos que estaban socialmente aislados, que tenían una salud más precaria y un nivel socioeconómico más bajo fueron más propensos a tener un empeoramiento de la depresión en comparación con su estado de depresión prepandémica, datos de 2011»

Otros factores que influyeron fueron sobre el empeoramiento fueron las responsabilidades de cuidado de otras personas, la separación de la familia, los conflictos familiares.

Por otro lado, también se detectó que las mujeres eran más propensas a tener mayores probabilidades de presentar síntomas depresivos durante la pandemia en comparación con los hombres.

Un número importante de mujeres, escriben los investiagadores, destacaron como factores influyentes sobre su empeoramiento, la separación de la familia, el mayor tiempo de soledad yla existencia de barreras para desarrollar cuidados personales.

En genera,l se determinó que los adultos mayores tenían el doble de probabilidades de presentar síntomas depresivos durante la pandemia en comparación con la prepandémica .

Pero fueron aquellos individuos con ingresos más bajos y peor salud, ya sea debido a condiciones de salud preexistentes o preocupaciones de salud generadas durante la pandemia, experimentaron un mayor impacto.

«Todos estos datos sugieren que los impactos negativos en la salud mental de la pandemia persisten y pueden empeorar con el tiempo y subrayan la necesidad de ayudas personalizadas para abordar los factores estresantes de la pandemia y aliviar su impacto en la salud mental de los adultos mayores», agrega Raina.

Los hallazgos van en la misma línea de un estudio realizado por la Sociedad Española Interdisciplinaria del SIDA (SEISIDA) en colaboración con Gilead, y que se presentó en el congreso de la Sociedad Europea del Sida 2021 (EACS2021) que ha evaluado la exclusión social de las personas con VIH en España.

«La pandemia ha agravado algunos de los problemas y ha reducido el acceso a los servicios», denuncia Mª José Fuster, Doctora en Psicología Social y directora de SEISIDA , por lo que reclama prestar «especial atención al estigma en los entornos de atención médica».

La exclusión social es un problema que afecta a una proporción relevante de personas con VIH, asegura Fuster, coordinadora de este trabajo.«Antes de la pandemia de Covid-19 no había datos que midieran la exclusión social en personas con VIH. Ahora, un informe de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada) revela que el porcentaje de ellas en exclusión social supera al de la población española, que se estima en un 18%, y que el Covid-19 la ha exacerbado un poco más».

Este trabajo revelaba, por ejemplo, que casi el 24% de los participantes informó tener « dificultades para acceder a la atención médica », el 18% en el último año y principalmente por situaciones asociadas con el Covid-19.