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«Aunque la mortalidad en la segunda ola ha sido menor, la covid-19 no ha sido más leve»

En la segunda ola ha habido más recursos Archivo

R. Ibarra

Las muertes por covid-19 en España han alcanzado ya la cifra de 50.000, es decir uno por cada 1.000 habitantes . Son los datos que facilita el Ministerio de Sanidad que contabiliza solo los casos confirmados mediante una prueba PCR positiva.

Pero la cifra real es mucho más alta. Solo en la primera ola de la pandemia -hasta el mes de mayo- fallecieron más de 45.000 personas, según la estadística de Defunciones según la causa de muerte del Instituto Nacional de Estadística , mientras que el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) ha registrado hasta el día 14 de diciembre un exceso de mortalidad de más de 70.001 personas respecto al año pasado.

Sin embargo, aunque los primeros datos apuntan a que la mortalidad en esta segunda ola ha sido menor, «la enfermedad no ha sido más leve». Lo señalan Ricardo Gómez Huelgas, del Hospital H. Regional Universitario de Málaga , y José Manuel Casas Rojo, del Hospital Universitario Infanta Cristina de Parla (Madrid), del Registro SEMI-COVID-19 , que proporciona información sobre las características clínicas de los pacientes con covid-19 hospitalizados en España durante la primera ola.

Nuestra sensación personal, afirman, es que «más bien ha habido una mayor disponibilidad de recursos y eso ha hecho que ingresen pacientes más leves que en la primera ola. También más jóvenes, al menos inicialmente, aunque ahora estamos viendo también pacientes de edad avanzada».

Por ejemplo, indican que en EE.UU. se ha constatado un descenso de la mortalidad y de la edad y la gravedad al ingreso al pasar los meses. «Creemos que aquí también ha sido así, y que al tener mayor capacidad de diagnóstico hemos podido detectar a más casos, y por tanto más leves y en fases más precoces, influyendo de esa forma en la menor mortalidad intrahospitalaria».

Ha habido una mayor disponibilidad de recursos y eso ha hecho que ingresen pacientes más leves que en la primera ola

Además, afirman, « ahora sabemos que varios de los tratamientos que utilizamos mucho en la primera ola son ineficaces, como la hidroxicloroquina o el lopinavir-ritonavir . Y también que los corticoides han demostrado disminuir la mortalidad en los pacientes que necesitan oxígeno».

Y a pesar de que desafortunadamente no hay un tratamiento eficaz conocido para combatir al virus, «todo ese conocimiento se ha aplicado a los pacientes de la segunda ola. Hemos adquirido también mucha experiencia en el manejo, gracias a nuestra actividad en la primera ola y también a la investigación clínica, un ejemplo de la cual es el registro SEMI-COVID-19».

Porque el Registro SEMI-COVID-19 proporciona información sobre las características clínicas de los pacientes con covid-19 hospitalizados en España. Y concluye que en la primera ola los pacientes con covid-19 hospitalizados en España fueron en su mayoría casos graves, ya que uno de cada tres pacientes desarrolló distrés respiratorio y uno de cada cinco pacientes falleció.

El Registro SEMI-COVID-19 proporciona información sobre las características clínicas de los pacientes con covid-19 hospitalizados en España

Este registro, comentan, nos ha permitido, sobre todo, «conocer mucho mejor el tipo de paciente con covid-19 que manejamos en los hospitales y los factores de riesgo de mortalidad».

Así, ahora sabemos que el principal factor de riesgo de muerte es «la edad, que duplica la mortalidad cada década a partir de los 60 años».

Asimismo, hemos visto que se trata de «pacientes con mucha comorbilidad, sobre todo cardiovascular: más del 50% es hipertenso, un 40% tiene dislipemia y un 20% es obeso y/o diabético».

El registro ha estudiado especialmente algunos factores de riesgo, como la « hipertensión y la hiperglucemia », que se asocian de forma independiente con la mortalidad.

Además, «hemos detectado grupos de síntomas que se asocian con peor pronóstico, como fiebre, dificultad respiratoria y tos, y otros con mejor, alteraciones del gusto y el olfato, cuando estos pacientes requieren atención hospitalaria».

El registro, cuyos primeros datos se han publicado en Revista Clínica Española, incluyó hasta el 30 de junio de 2020 15.111 pacientes de 150 hospitales, la mayoría varones y de más de 65 años y con enfermedades como hipertensión, dislipemia y diabetes.

Hemos detectado grupos de síntomas que se asocian con peor pronóstico, como fiebre, dificultad respiratoria y tos, y otros con mejor, alteraciones del gusto y el olfato, cuando estos pacientes requieren atención hospitalaria

En esta segunda fase, señala Gómez Huelgas se han incorporado otros 2.600 de la primera ola y 2.000 de la segunda. «Aunque son pocos pacientes de la segunda ola para hacer comparaciones, la mortalidad sí parece menor».

La investigación sigue en marcha y ya hay estudios con datos del registro que tomarán en consideración las diferencias geográficas, las distintas peculiaridades de los centros e incluso las diferencias en los resultados según el momento temporal de la primera ola.

Toda esta información, concluyen, « servirá para mejorar nuestro conocimiento sobre los aspectos clínicos , diagnósticos, terapéuticos y pronósticos de esta enfermedad».

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