Utrasonidos para tratar el temblor sin pasar por el quirófano

Gracias a los ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU, por su siglas en inglés) el equipo médico del Centro Integral de Neurociencia A.C. HM CINAC ha logrado acabar con la «actividad oscilatoria anómala que ocurría en su cerebro y que era la causante de su temblor», explica José Obeso, director del centro. Esa actividad puede registrarse y oírse, explica Obeso, y pone una grabación que suena como los aplausos acompasados de un grupo de personas . La producen miles de neuronas al activarse de forma simultánea en el cerebro, se trasmite hasta la médula espinal y de ahí a los músculos, que tiemblan sin control.

Esa actividad constante acababa con las fuerzas de Juana y la hacía sentir dolorida por las contracturas musculares. «Me temblaba hasta la lengua», dice gráficamente. Los tratamientos previos no fueron efectivos. « El temblor responde mal a los fármacos », explica Obeso, y en ocasiones hay que recurrir a la cirugía para implantar electrodos que lo neutralicen. Pero no en todas las personas es posible la cirugía. La edad es un factor limitante. Como alternativa a Juana le ofrecieron antes del verano la posibilidad de someterse a esta técnica novedosa que no requiere pasar por el quirófano.

En un par de horas, mediante la combinación de un aparato de resonancia magnética, para localizar con gran exactitud el «epicentro» del temblor , y miles de haces de ultrasonido dirigidos a ese punto, se logra el mismo efecto que con la cirugía: parar temblor. Los ultrasonidos de alta intensidad calientan la zona y acaban con las neuronas que producen el ritmo anómalo . Lo mismo que busca al cirugía, pero de forma no invasiva y con un coste unas tres veces menor. La operación es delicada, porque muy cerca de la zona a eliminar pasan fibras nerviosas responsables del tacto y el movimiento. Por eso el paciente permanece despierto para comprobar que ninguna función importante se ve afectada.

«El cese del temblor ocurre de inmediato, pero hay que determinar el tiempo que deben aplicarse los ultrasonidos para que el efecto sea duradero sin causar daños», explica Obeso. Una sensación de vértigo o «de estar flotando», como describe Juana, son las molestias que pueden notar los pacientes. Pero a las dos horas ya pueden comer y en cuatro horas están de vuelta en casa. «Es importante que se invierta en investigación porque al final nos beneficiamos todos», resalta Juana.

Además del temblor esencial, no asociado a ninguna patología, como el de Juana, que afecta a 400.000 personas en España, también puede tratarse con esta técnica el temblor del párkinson. El doctor Obeso cree que a corto plazo servirá para tratar otros síntomas de esta patología, como la lentitud de movimientos. Incluso podría aplicarse a trastornos psiquiátricos. Gracias a la colaboración de Eresa, empresa dedicada al diagnóstico por imagen, y HM Hospitales, HM CINAC es uno de los pocos centros en Europa , junto con Suiza, que cuenta con el HIFU .